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No hay peor ciego…

29 de marzo de 2018

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… que él que no quiera ver que la facilidad de comprar armas en Estados Unidos es la causante de tantas víctimas inocentes y el dolor de los padres que perdieron a sus hijos en los cada vez más frecuentes tiroteos en las escuelas de cualquier par te de la Unión.

Lo cierto, y no es sorprendente, es que la mayoría de los norteamericanos están a favor del control de las armas de fuego, sean cualesquiera su procedencia, por no decir que lo más plausible sería la eliminación total y solo la pervivencia de lo más imprescindible.

El ascendente número de matanzas ha llevado a multitudinarias manifestaciones estudiantiles en casi todo el país, ya que los jóvenes educandos y sus profesores han sido los principales objetivos del punto de mira de un armamento tan sofisticado como el AR-15, que dispara hasta 800 balas por minuto, y es el instrumento escogido para “las cosas en grande”, que incluyen desde ataques a concentraciones masivas, hasta la “cacería” de alumnos y educadores por alguien en busca de venganza no se sabe el porqué.

Para Donald Trump, estos hechos son obras de seres perturbados mentalmente, con el fin de no atacar a sus benefactores de la Asociación Nacional del Rifle, contra quienes apenas ha balbuceado –para guardar la forma- una opinión sobre el elevar de 18 a 21 años el permiso para la compra de cualquier arma.

Pese a los desgarradores relatos de las víctimas, las historias heroicas y el dolor de los padres que perdieron sus hijos, lo cierto es que cualquier iniciativa encaminada a controlar la venta de armas de fuego se encuentra con dos obstáculos de marca mayor.

La razón se puede explicar con una frase de Upton Sinclair que el ex vicepresidente Al Gore usó en su documental Una verdad incómoda:

“Es difícil lograr que una persona entienda algo, si su salario depende de no entenderlo”.

En efecto, el poderoso lobby de la Asociación Nacional del Rifle es el mayor donante de las campañas republicanas al Congreso y al Senado. Y eso se nota en sus reacciones ante la masacre.

El senador John McCain, quien recibió más de siete millones de dólares de esa entidad, dijo que “estaba rezando”. Su colega, Richard Burr, con casi la misma cifra, contestó que “prefería que las autoridades terminaran sus investigaciones”, cuando le preguntaron si no era hora de prohibir los fusiles de asalto como los empleados en algunas matanzas.

Por su parte, los representantes de Carolina del Norte, Norte del Norte, Thom Tillis, y de Misuri, Richard Burr, recibieron cada uno 4,5 millones de dólares para su campaña electoral. Mientras que el primero dijo que había que rezar y pensar en “las víctimas y sus familias”, el segundo se refirió a “la salud mental” del atacante. Es decir, la misma explicación que ofreció Trump., cuya campaña electoral costó 30 millones de dólares a la Asociación.

De una u otra manera nos hemos familiarizado con la estudiante de 18 años Emma Gonzáles, de origen cubano, quien habló en el homenaje a sus 17 compañeros de estudio y profesores en un centro docente de Parkland, Florida, en el que denunció la hipócrita actitud de Trump:

“Si el presidente quiere acercarse a mí y decirme a la cara que fue una tragedia terrible y que nunca debería haber sucedido y continuar diciéndonos que no se hará nada al respecto, voy a preguntarle felizmente cuánto dinero recibió de la Asociación Nacional del Rifle. ¿Sabes qué? No importa, porque ya realmente ya lo sé: Treinta millones de dólares”.

Mucho más queda por decir, y tan amplio como la propaganda que se maneja al respecto, para hacer creer, y se tiene bastante éxito, que la solución estriba en armarse y prepararse mejor , pero es un tema, repito, de mucho más amplio y profundo contenido.

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