No es solo cuestión de agenda

4 de junio de 2015

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Elson Concepción Pérez

Recuerdo con bastante exactitud cuando se aprobó por Naciones Unidas la llamada Agenda para el Desarrollo del Milenio y las expectativas creadas en un mundo desigual, donde la única forma de que la mayoría pobre pueda cumplir con esos objetivos es con la real contribución de los estados ricos.
Entonces aparecía en el horizonte un 2015 como fecha tope para que se alcanzaran metas muy concretas y necesarias, tanto en la disminución o erradicación de la pobreza extrema, como en índices de salud y educación sostenibles para que la humanidad pueda vivir en paz y desarrollarse.
Loables eran los propósitos de la llamada Agenda para el Desarrollo y realistas los objetivos a alcanzar, siempre y cuando los ricos cumplieran con los compromisos contraídos.
Así fueron transcurriendo los años y llegamos a este 2015. En algunos países los avances son considerables. Otros, como Cuba, cumplieron todos los Objetivos del Milenio mucho antes de la fecha establecida por la ONU. Pero, todavía hoy el hambre, la inseguridad alimentaria, la proliferación de enfermedades y la poca cobertura de salud y educación, siguen siendo temas pendientes para una gran parte de la humanidad.
Ahora el objetivo es la Agenda Post 2015, y para ello, no pocas reuniones de alto nivel, de especialistas y no especialistas, se han celebrado, generalmente convocadas por la ONU y sus dependencias especializadas.
Para la cercana fecha del 25 al 27 de septiembre ha sido convocada en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, la Cumbre para analizar el tema y adoptar acuerdos que puedan cumplirse desde este año hasta una década después.
Se han propuesto 17 Objetivos y 169 Metas a alcanzar, donde se agrupan en primer lugar la erradicación de la pobreza y el hambre, la mejora de la salud y la educación y otros que tienen que ver con el desarrollo sostenible.
También aparecen objetivos relacionados con el combate al cambio climático y la gestión sostenible relacionada con el agua y su uso, así como la protección de los océanos y los bosques.
En la relación de metas a lograr se establece la de garantizar una educación de calidad, incluyente y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todas y todos.
Otros objetivos Post 2015 son el de conquistar una energía fiable, sostenible y a precios accesibles; así como fomentar el crecimiento económico sostenido y el empleo pleno, productivo y digno para todas y todos.
No puede olvidarse en los análisis previos a la reunión de septiembre en la ONU que en la actualidad hay 2 500 millones de personas que viven sin saneamiento básico y cientos de millones más que no tienen acceso al agua.
Está muy claro que para acabar con el hambre, objetivo primordial de la Agenda Post 2015, hay que eliminar antes con la desnutrición y con los elementos que la provocan como el agua contaminada y la falta de saneamiento, han asegurado los especialistas citados por IPS.
Como vemos, no solo se trata de una cuestión de agenda, sino del compromiso real y cumplible que hagan todos, fundamentalmente los más ricos que son quienes más deben y tienen que aportar para que se cumplan los objetivos para un desarrollo sostenible.