Nada más
24 de agosto de 2016
|Pocos meses antes de finalizar su segundo mandato presidencial, Barack Obama podrá ser recordado como el primer afronorteamericano que ocupo tan alto cargo en una nación donde el racismo fue, es y será una marca preponderante y un reto para cualquier mandatario que trate de restringirlo, aunque sea modestamente.
Hoy la sociedad norteamericana es mucho mas violenta que hace ocho años, la delincuencia organizada se introduce en todos los avatares de la vida, las cárcelesestán mas repletas, aunque con una población que es explotada por la inversión privada; la injerencia militar o agresión pulula por doquier, llámese como se quiera llamar; y la esperanza del ciudadano común de tener un presidente que diera eso, mismo, esperanza, ha disminuido mucho actualmente- y más con los actuales candidatos-,comparada con el momento en que Obama resulto electo.
Se ha dicho, y es verdad, que cada iniciativa del Ejecutivo para mejorar la situación ciudadanaha sido torpedeada por la mayoría legislativa republicana. Pero es que Obama nunca aprovechó, ni cuando los demócratas tenían mayoría, para abordar políticas que discutan o lidien con temas raciales, cuando se mantiene la brutalidad policial contra los afronorteamericanos y Estados Unidos sigue mostrando una muy pesada historia deesclavitud, segregación, racismo, discriminación, opresión y subyugación hacia minorías raciales y étnicas.
Hay que recordar que cuando fue electo en el 2008, empezaron a surgir oleadas de violencia protagonizadas por muchos estadounidenses blancos que sentían que “estaban perdiendo todo aquello a lo que estaban acostumbrados, que estaban perdiendo el país que los padres fundadores construyeron”, apunta el investigador Mark Potov.
Este es el punto más negativo que se puede achacar a Obama, independientemente de sus buenos intentos por mejorar otros avatares ciudadanos.
Aunque se afirma que se producirá una nueva y más profunda crisis económica, lo cierto es que esta pareció recuperarse después de los continuados fracasados de la administración de George W. Bush, aunque no se redujeron los niveles significativos de pobreza y desigualdad que motivaron movimientos populares que sucumbieron por no tener o no poder constituir bases organizativas.
Tampoco prosperaron sus reformas migratorias y de salud, que, aunque se achaca a la tozudez de la oposición republicana, tampoco fueron respaldados por los denominados liberales e izquierdistas, tal es la desconfianza.
Lo más relevante vino de la política exterior, y para nosotros resultó positiva su actitud de restablecer relaciones diplomáticas con Cuba, aunque dejando indemne la opresiva política del bloqueo de más de cinco décadas; ni la consideración sobre la devolución de la base que Estados Unidos ocupa ilegalmente en el territorio cubano de Guantánamo, receptora de una prisión que Obama dijo que cerraría, pero no lo hizo.
Durante su mandato se produjo el asesinato de Osama bin Laden, en circunstancias muy confusas, quien era poseedor de secretos sobre laparticipación estadounidense en la guerra contra el ejército soviético en Afganistán, e incluso acerca de la formación del hoy tristemente célebre Estado Islámico, achacado a las inteligencias de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel, con abundante recursos financieros de Arabia Saudita.
La presencia militar estadounidense en el exterior no aumentósignificativamente, pero retiró tropas de Iraq para establecerlas enAfganistán, utilizófuerzas especiales con el fin de organizar y entrenar a terroristas “buenos” que combatieran al gobierno de Basar al Assad en Siria;e incrementó la presencia naval nuclear en zonas aledañas a las costas norcoreanas, chinas y yemenitas; en lo interno,aumentó el número de policías en la protección de intereses privados en el régimen industrial-carcelario.
Con el actual mandatario se fundo el Comando Cibernético, que abusa de la utilización de drones en operativos militares, con un alto número de “bajas colaterales”, y en vigilancia ciudadana de allí y extrafronteras.
O sea, es el mismo mal de siempre, aunque es algo bueno, repito, los nuevos nexos con Cuba, el firmar un convenio con China sobre el cambio climático y respaldar el acuerdo nuclear con Irán. Nada más.
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