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Muertes sin sentido

9 de julio de 2019

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La ola de frío que azotó a la Argentina este invierno es más bien una ola de muerte para los desamparados de esa rica nación que no tienen donde vivir y lo hacen en las aceras de las principales avenidas, parques y cualquier lugar donde los coja la noche.

Las calles de Buenos Aires y de otras ciudades y pueblos se han convertido en un “gran hotel” para miles y miles de argentinos que no tienen otro lugar donde dormir, sin posibilidades inmediatas de encontrar solución a su problema al carecer de trabajo y mucho menos de ayuda gubernamental.

Según datos oficiales dados a conocer en marzo, el pasado año la cantidad de pobres creció en 6,3 % porcentuales para pasar a representar en el segundo semestre el 32 % de la población,

Si se compara estos resultados con la primera mitad del año pasado, cuando todavía no había impactado la escapada del dólar, que se desató entre fines de abril y mediados de junio, el aumento en la cantidad de pobres creció en 4,7 puntos porcentuales y el número de indigentes 1,8 puntos porcentuales, de acuerdo con la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que publica el órgano estadístico oficial.  Aunque son cifras conservadoras, el gobierno reconoce que el total de pobres suma 12,9 millones de personas.

El caso más reciente de muerte por hipotermia fue el nueve de julio. Se trata de Miguel Ángel Torrent de 64 años. Tras una noche con temperaturas bajo cero encontraron su cadáver frente a la Terminal de Ómnibus de Rosario. Al lado de los arbustos donde pasó su última noche quedaban sus pocas pertenencias, como prueba de una muerte sin sentido.

Hace solo unos días Sergio Zacarías fue encontrado en una de las principales avenidas de la capital. Flores y letreros donde se denuncia el hecho quedan ahora en el lugar, recordándole al Gobierno que “murió por el frio, pero también por el abandono” en que se encuentran miles y miles de argentinos.

Ambos llevaban años en situación de calle, como lo califica la prensa. La muerte de Torrent es la séptima entre personas sin techo que se produjo este año, después de las sucedidas en Venado Tuerto, San Nicolás, Ciudad de Buenos Aires , Mar del Plata, Jujuy y Chaco, esta última (una persona de nombre Pascual) ocurrida la madrugada del 6 de julio.

“En los hospitales tenemos gente en situación de calle que se interna por un problema de salud, pero cuando los curás no se pueden ir a ningún lado”, precisó Nicolás Kreplak, ex viceministro de Salud y presidente de la Fundación de Soberanía Sanitaria (FSS).. “El que está con frío en la calle ve pasar a su lado gente que está abrigada. Esto le crea una situación de desolación y angustia muy grande” al experimentar en carne propia esa situación clara de desigualdad, afirmó.

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