Mentiroso, mentiroso
13 de agosto de 2024
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Tal como Jim Carrey, el buen cómico de la película norteamericana que ostenta este título, los presidentes de Estados Unidos pueden competir entre sí acerca de quien calumnia más.
Siempre se ha dicho que estando en el poder o no Donald Trump es el mandatario que más ha mentido, y sin negarlo, señalemos que el senil Joe Biden no está muy lejos al respecto y Cuba tiene buenos ejemplos de ello, como cuando prometió tres veces en su campaña electoral acerca de que iba a eliminar las centenares de medidas adicionales del Colorado al criminal bloqueo de seis décadas, o como acaba hace unos días de hacerse eco de que especialistas cubanos intervinieron en las elecciones venezolanas para que Maduro fuese electo.
Pero Biden y los demás de su especie no comprenden que hay que tener buena memoria después de haber mentido, como expresara hace cuatro siglos el poeta y dramaturgo francés Pierre Corneille, autor de una de las mejores comedias de todos los tiempos, El Mentiroso, un charlatán imaginativo que va por la vida tratando de obtener lo que quiere a base de imaginación y engaño.
Un querido amigo y colega no hace mucho fallecido, Rolando Pérez Betancourt, recordaba que el presidente Hugo Chávez, al intervenir en Naciones Unidas, tras un discurso del mandatario George W. Bush, “desordenado en falacias”, dijo, con magnífica ironía, que “el lugar olía a azufre”, aludiendo al Diablo.
La mentira política no requiere de la mano del arte para trascender, por cuanto ella misma supera con creces las transposiciones imaginativas, sostenidas, ayudadas e impulsadas por medios de comunicación al servicio de lo peor que se pueda imaginar.
Hoy Trump compite para volver a la presidencia, con un ceremillar de acusaciones que lo han convertido en un convicto que puede ganar las elecciones, utilizando todo tipo de triquiñuelas, ganando simpatías al considerar muchos que es victima de un complot, aunque sus andanzas son propias de los shows que amenizó años atrás, con negocios de todo tipo que lo han convertido en multimillonario.
El periodista Sheryl Gay Stolberg escribió un artículo, “Todos mienten, pero Trump es un experto”, en el que aseguraba que “los presidentes de Estados Unidos han mentido en aspectos importantes de sus gobiernos y han logrado salir impunes;” sin embargo con la era Trump se llegó a un nuevo nivel y solo el 20% de sus afirmaciones eran ciertas.
OTROS MUCHOS MENTIROSOS
Mintió el presidente James Knox Polk al argumentar las razones de la guerra con México en 1846: “Mueren allí estadounidenses”, dijo dramáticamente, cuando la verdad era que los esclavistas querían anexarse a la fuerza la mitad del país.
Mintió McKinley en 1899 sobre la participación de su país en las guerras que sostenían cubanos y filipinos en sus respectivos países contra la dominación española. Libertad era la palabra utilizada por la tropa estadounidense.
Mintió el presidente Wilson al justificar la participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial. “Es para llevar la democracia”, dijo, cuando muchos sabían que era para beneficiarse de la repartición imperial.
Mintió Truman al afirmar que Hiroshima era un objetivo militar y por lo tanto merecía una bomba atómica.
Mintieron Kennedy, Johnson y Nixon en relación con los métodos de exterminio vinculados a la invasión a Vietnam del Sur, “para que no cayera en manos del comunismo”.
Mintió Reagan al justificar su agresión a Granada por constituir una amenaza a la paz de Estados Unidos.
Mintió Bush padre, al intervenir en Panamá, con miles de muertos civiles, y más tarde en Iraq, admitiendo que era por su petróleo, y también su hijo, al endilgar el falso pretexto de la posesión por Bagdad del arma de destrucción masiva.
Hay mucho, mucho más, y cuando no mienten es como Trump que de regresar a la presidencia endurecerá aún más la política contra Cuba, en tanto Kamala Harris aseguró que mantendrá el bloqueo a la Isla hasta tanto lo estime la comunidad cubana (gusanería) de Miami y la Isla deje de ser una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
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