Mali, ¿Afganistán africano?
14 de junio de 2021
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Por ahí tenemos en Madrid al presidente español, Pedro Sánchez, aun pensando si envía como relevo a 300 soldados para cumplir el compromiso con la Unión Europea, sobretodo Francia, para llevar aparentemente la paz a Mali, cuya tercera parte está fuera del alcance gubernamental asolada por encuentros entre fuerzas extranjeras y grupos armados calificados de terroristas, así como luchas étnicas que no cesan, como herencia de la división de antaño dejada por las potencias coloniales.
La comunidad internacional, los medios de comunicación y otros entes partidarios de la “democracia representativa” -porque participativa no es- han formado alharaca por los continuados golpes de Estado en la nación africana, cuyos protagonistas alegan que no se combate a la corrupción y faltan decisiones favorables al pueblo, así como incumplimiento en los pasos hacia un gobierno transitorio.
Aunque las nuevas autoridades han aceptado efectuar elecciones en el 2022, además de cumplir compromisos internacionales, incluidos los de carácter castrense con Francia, el presidente Macron no las tiene todas consigo y hasta amenazado con la retirada de tropas, dejando así el campo abierto a los grupos armados.
Pero eso sólo han sido meras declaraciones, ya que Francia tiene fuertes intereses políticos y económicos en la ex colonia y no pretende dejarle terreno a otras potencias competidoras.
Por lo pronto, Macron suspendió con carácter provisional las operaciones militares con las Fuerza Armadas de Mali para presionar a la junta en el poder.
El Ministerio francés de Defensa justificó esa medida en consonancia con “las exigencias y las líneas rojas” que han fijado la Comunidad de Estados de África del Oeste (CEDEAO) y la Unión Africana para que la junta aclare “el marco de la transición política en Mali”.
insistió en que ahora corresponde a las autoridades malienses “responder rápidamente”. Se trata, sobre todo, dijo, de clarificar la devolución del poder a los civiles.
No obstante, continuarán en esa antigua colonia los militares franceses de la fuerza Barcaje, que cuenta con 5 100 soldados en los países del Sahel para luchar contra los grupos a los que denomina yihadistas. Y seguirán realizando operaciones, pero solos.
NUEVO GOBIERNO
A su vez, reportó la agencia rusa Sputnik que el presidente interino de Malí, el coronel Assaimi Goita, anunció la formación de un nuevo Gobierno.
Según el decreto publicado por la oficina presidencial, de un total de 25 departamentos, los militares encabezarán sólo cuatro: los Ministerios de Defensa, Seguridad, Administración Territorial y Reconciliación Nacional.
El lunes 7, Goita presentó juramento en calidad de nuevo presidente de Malí por un período de transición.
Recordemos que el 18 de agosto del 2020, en el país africano estalló un motín en la base militar de Kati, situada cerca de Bamako, la capital. Un grupo de altos cargos militares se amotinó y detuvo al entonces presidente Boubacar Keita y a varios ministros. Horas después el mandatario anunció su dimisión y la disolución del Parlamento y del Gobierno.
Tras negociaciones con líderes políticos y representantes de la sociedad civil, los militares aprobaron el 12 de septiembre “la ley principal y la hoja de ruta del período de transición” en el país. Las partes decidieron que el período de transición iba a durar 18 meses. Como presidente interino fue designado el antiguo ministro de Defensa, Ba Nuda, y como primer ministro, el otrora ministro de Exteriores, Mocar Oihane. A mediados de mayo, Nuda encargó a Oihane la formación de un nuevo gobierno después de que el anterior gabinete de transición, también encabezado por Oihane, presentara la dimisión en pleno.
El 24 de mayo ya se había formado gobierno, pero los militares arrestaron al presidente interino y al primer ministro, quienes fueron trasladados a una base militar. Al día siguiente, el coronel Goita declaró que los dos fueron destituidos por “violar la Carta de Transición”.
Goita, coronel del Ejército de Tierra, era el responsable de las Fuerzas Especiales en el centro del país, la región más golpeada por el terrorismo y la violencia intercomunitaria en los últimos años. Junto a él destacan los nombres del coronel Malick Diaw y el también coronel Sadiou Camara, muy mal visto por Macron, quien lo considera el “cerebro” del gobierno de transición y que acaba de regresar a Mali, tras un periodo de formación militar en Rusia.
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