Los escenarios en Siria
31 de octubre de 2015
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Mientras en Viena se reúnen los jefes de la política exterior de Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudita, Turquía y otros países de la región –menos Siria– para buscar una “solución” a la situación de esa nación árabe –sin contar con las autoridades de Damasco–; en Washington, el presidente Barack Obama, decidió el envío de un contingente de efectivos militares a ese territorio para apoyar a los “rebeldes moderados” que combaten al grupo Estado Islámico (EI).
Son dos escenarios muy distintos, pero no los únicos en los que se debate la problemática de un país casi totalmente destruido por las bombas y los ataques terroristas; donde más de 250 000 personas han muerto y otras miles han resultado heridas; y del que casi seis millones de sus habitantes han tenido que desplazarse, ya sea con destino a Europa, a otras naciones, o hacía ciudades o pueblos diferentes en el propio país.
En el entorno diplomático de Viena, dos posiciones totalmente contrarias constituyen el centro de debate. Por un lado, Estados Unidos con su obsesión de desconocer a las autoridades actuales sirias y apostar por el derrocamiento del presidente Bashar al Assad; y por otro, Rusia, Irán y otros estados, que se empeñan en derrotar a las fuerzas terroristas en territorio sirio y buscar una solución diplomática donde se tenga en cuenta la opinión de los actuales dirigentes de Damasco, principalmente la del mandatario Al Assad.
Irán aseguró en Viena que la política de esa nación persa se basa en el papel del pueblo sirio en la toma de decisiones sobre su futuro; y de rechazo a la intervención extranjera en sus asuntos internos.
Por su parte, el vicecanciller ruso, Sergei Ryabkov dijo el viernes, que Moscú considera que el uso de fuerzas estadounidenses sin coordinación con el gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, es inaceptable.
Vale recordar en este contexto que la aviación de Estados Unidos ha estado bombardeando blancos en Siria desde septiembre de 2014, sin lograr un debilitamiento del EI y más bien apoyando a otros grupos que, aunque Washington llama “oposición moderada”, también forman parte de instancias vinculadas al terrorismo que tratan de derrocar al gobierno de Damasco.
Ahora, con motivo del envío de Fuerzas de Operaciones Especiales norteamericanas desconociendo a las autoridades locales, aunque alguna gran prensa la considere la primera presencia real de tropas del Pentágono en suelo sirio, no puede olvidarse que previamente realizaron misiones secretas en tierras de ese país.
De igual forma, este fin de semana se supo que un grupo de comandos de Estados Unidos participó en una operación terrestre para rescatar a un grupo de rehenes capturados por el Estado Islámico en el norte de Irak. En la acción se produjo la muerte del primer soldado estadounidense en ese país desde 2011.
Por estos días, Washington también estará enviando más aviones a la zona, incluyendo cazas F-15 que operarán desde la base aérea de Incirlik en Turquía.
Estados Unidos brinda apoyo militar a estos grupos denominados “moderados” que se oponen al actual mandatario sirio. Ese apoyo incluye misiles antitanques de fabricación estadounidense, el arma más potente en el arsenal de los rebeldes.
En tanto Rusia, con sus ataques aéreos ha neutralizado o derrotado a los principales grupos terroristas en Siria, según informó el jefe de esas fuerzas enviadas por Moscú, Andrei Kartapolov.
La colaboración de Moscú con las autoridades sirias para eliminar a los terroristas del denominado Estado Islámico ha elevado el nivel de aprobación del mandatario Vladimir Putin, quien ahora cuenta con un 90 % de simpatías de su pueblo.
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