Los confusos “Panamá Papers”
7 de abril de 2016
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Si bien el caso de los llamados “Panamá Papers” ha conmocionado al mundo mediático, sobre todo en momentos en que las redes digitales, electrónicas y otros medios de comunicación ultramodernos se han vuelto una especie de biblias universales masivas, consultadas por millones de seres humanos en todo el planeta, de inmediato empiezan a surgir dudas e interrogantes acerca de dicha “filtración”, sus orígenes y verdaderos propósitos.
Acerca de la escandalosa operación, que efectivamente envuelve once millones de documentos e incluye información de 214 mil empresas de las denominadas “offshore” (fuera del territorio) en más de 200 países que según las revelaciones, están establecidas en esos sitios con el fin de evadir las contribuciones fiscales en sus respectivos países o, en el peor de los casos, encubrir acciones ilegales o delictivas como el lavado de dinero procedente del narcotráfico y el tráfico de armas.
La larga lista de personalidades de la política, los negocios, los espectáculos y el deporte que aparecen mencionados en relación con los documentos inscriptos en los paraísos fiscales” incluyen contradictoriamente a gentes de diverso signo y características pero todos unidos por el mismo cordón umbilical, que eventualmente los relacionaría con actividades ilícitas, aún cuando algunos señalan que esa posesión en sí misma no constituye un delito internacional.
Sería necesario conocer qué o quiénes se mueven realmente detrás de la mencionada consultora panameña Mossack Fonseca, cuál fue la “fuente anónima” que hizo llegar los papeles al diario alemán Suddeutsche Zeitung que –según se dijo–, los compartió con el Consorcio internacional de Periodistas de Investigación, una entidad radicada también en el istmo panameño y dice relacionarse con 107 medios de 78 países.
Las autoridades de diversos países han afirmado estar sorprendidas y preocupadas por las revelaciones y prometen iniciar investigación al respecto. El presidente estadounidense Barack Obama concurrió personalmente a la sala de prensa de la Casa Blanca, un hecho poco frecuente, y leyó una declaración condenando la evasión fiscal que promueven este tipo de empresas calificadas como “offshore” (extraterritoriales).
Contribuye a la confusión la presencia en las listas de figuras políticas de la oligarquía y hasta de algunas aristocracias monárquicas, que actúan en la vida pública como socios o aliados de Estados Unidos y para muchos ello pone en duda la versión de que puedan ser los bancos, el gobierno o los servicios secretos norteamericanos quienes se encuentran en realidad impulsando las incómodas revelaciones.
Poro otra parte, y en sentido contrario, se hizo patente la rapidez con que algunos de los medios involucrados en la difusión de los papeles intentaron involucrar falsamente al presidente ruso Vladimir Putin y al presidente chino Xi Jiping alegando sin la más mínima evidencia que ambos tenían “amigos y parientes” en esa relación.
Esto levantó también no pocas sospechas.
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