Los buitres contra Argentina
24 de junio de 2014
|Pudiera pensarse que no necesariamente los pensamientos reaccionarios y ultraderechistas y las actuaciones más rabiosamente antipopulares, -lindantes con el fascismo,- van siempre acompañadas por la corrupción y las prácticas más desvergonzadas en procura del enriquecimiento ilícito.
No siempre es así. Sin embargo, en los casos que acaba de denunciar el diario argentino Buenos Aires Herald, no parecen quedar dudas de que coinciden ambos comportamientos y que los personajes centrales del escándalo son tres pájaros de cuenta, bien conocidos ya por su pertenencia a la llamada mafia cubanoamericana radicada en Miami, cuya vinculación al terrorism0o anticubano y sus grupos más activos hace tiempo que dejó de ser un secreto.
En esta ocasión, el rotativo bonaerense hace público que dos ilustres senadores estadounidenses, -el demócrata por Nueva Jersey Robert Menéndez y el republicano por Florida Marco Rubio,- han recibido gruesas cantidades de dinero por parte de representativos o directamente de los “fondos buitres”, reclamantes de Argentina en el caso conducido por el juez yanqui Thomas Griesa, de Nueva York, y que la Corte Suprema de Estados Unidos acaba sospechosamente de convalidar.
Según Buenos Aires Herald, a los bolsillos de Menéndez fueron a parar 117 mil 160 dólares, entregados por la firme de abogados Lowenstein Sandler, mientras que Paul Singer, dueño del fondo buitre NML entregó mediante una de sus firmas 117 mil 620 dólares a Rubio, un sujeto que no oculta aspiraciones presidenciales dentro del Partido Republicano y es actualmente uno de los principales enemigos de la reforma migratoria en el Senado.
Dígase de paso que la NML reclama a Argentina 1 500 millones de dólares en efectivo y en un solo plazo a cambio de bonos de deuda adquiridos por 48,7 millones de dólares.
Señala el mismo diario que este Singer también compró las influencias del ex representante republicano por Florida Connie Mack, otro ejemplar de la fauna anticubana de ese territorio, propietario de la firma de cabildeo congresional Liberty Partners Group, una de las tantas que en el Congreso de Estados Unidos se dedica a estas maniobras sucias donde priman el soborno y el cohecho.
Si la participación del trio Menéndez-Rubio-Mack es tal como la denuncia Buenos Aires Herald o si ellos han tenido algún tipo de relación con el caso de los “fondos buitres” contra Argentina, ello no hace más que confirmar que la esencia de todo este complot contra el país austral y, en particular, contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernández va más allá de una simple reclamación por muy descabellada y desproporcionada que esta sea.
En rigor, de lo que se trata es de golpear en lo económico al gobierno que ha mantenido una postura firme e independiente y de integración y solidaridad latinoamericana en el plano internacional; ha sido uno de los inspiradores y baluarte de UNASUR; se ha mostrado irreductible frente al caso colonial de Las Malvinas y se ha enfrentado también a los grandes grupos ,mediáticos y a la oligarquía local en diversos diferendos, donde no ha cedido.
Los buitres y sus emisarios buscan desesperadamente la desestabilización de Argentina. Los “fondos” no son más que una excusa, un instrumento.
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