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Logros vs contrarrevolución

26 de octubre de 2015

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Reconocimiento a la caída de la pobreza extrema a solo 4,9% en Venezuela es algo que puede ostentar con orgullo el Gobierno Bolivariano que preside Nicolás Maduro, en medio de una denigrante campaña mediática nacional e internacional, al que se suman todos los parlamentarios opositores, que ni reconocen, ni aprueban los irrefutables logros y se dedican a votar en contra de aumentos salariales, mejoras laborales a los trabajadores y los programas para elevar la calidad de vida a la población.
La mira reaccionaria está puesta en el 6 de diciembre venidero, cuando se celebren las elecciones legislativas, consideradas difíciles por el propio Maduro, quien llamó a sus seguidores a dejar cualquier tipo de sectarismo, mientras el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, dijo que había que evitar el exceso de confianza y acudir a las urnas para subrayar la victoria revolucionaria.
Maduro aseveró que los candidatos de la Revolución que van a la Asamblea Nacional son los mejores, afirmó que el imperialismo norteamericano está detrás de la conspiración contra Venezuela y aseguró que “es tiempo de una gran unión popular (…) para construir una victoria difícil que nos toca construir de aquí al 6 de diciembre”.
“Aquí no hay victorias predestinadas, se forjan, se construyen (…) luego se disfrutan”, agregó Maduro. Al tiempo que sostuvo que “lo que tenemos el 6 (de diciembre) es una tremenda batalla. El 6 de diciembre se decide si en este país va haber paz y patria.”

Puntos sobre las íes

Los más poderosos medios de prensa nacional y la oligarquía financiera han contribuidlo notablemente a la campaña contrarrevolucionaria, que incluye desde el conciliábulo con el Fondo Monetario Internacional para endeudar y entregar la economía del país, hasta la enorme conspiración montada por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y la inteligencia de Colombia para arruinar a Venezuela mediante el paramilitarismo y el contrabando de gasolina y productos alimenticios.
Personalmente, comparo la acción de Maduro para evitar el desangramiento venezolano, controlando la emigración ilegal, la entrada de paramilitares para asesinar a dirigentes y familiares y la extracción de productos, todo implicado con Colombia, con la posterior decisión de Rusia, cumplimentando una petición del legítimo gobierno de Siria, para dar un golpe necesario al terrorista Estado Islámico, amamantado primero y luego permitido por Estados Unidos y sus aliados reaccionarios de la región medioriental, incluido Israel.
En este contexto, y para bien, al Presidente venezolano se le agotó la paciencia y puso los puntos sobre las íes para que su par colombiano actuara y se desatendiera momentáneamente de la oligarquía y los halcones en su país, que no quieren paz de ningún tipo.

Golpe de Estado continuado

Deleznable ha sido el complot orquestado contra Venezuela por los seudodemócratas ex mandatarios latinoamericanos Andrés Pastrana, Sebastián Piñera y Felipe Calderón, y los ex jefes de gobierno de España Felipe González y José María Aznar, que comenzó en febrero último y aun continúa con el respaldo de medios privados de comunicación que tienen su asiento en Miami, Bogotá y Madrid.
A ello se unió el espurio decreto que declara a Venezuela como un gran peligro firmado por el presidente norteamericano, Barack Obama; la cruzada sin precedentes para golpear la economía nacional y la también implacable guerra sicológica.
Es decir, Venezuela vive bajo un golpe de estado continuado y la amenaza de la potencia imperial bélica más grande del planeta.
Y es que con la llegada de un nuevo sistema basado en el poder socialista, liderado por el desaparecido Comandante Supremo y Eterno Hugo Chávez Frías y continuado por el actual Presidente, los ataques del capitalismo mundial y sus acólitos en Venezuela no han cesado, en lo que se inscribe la participación de la Exxon Mobil en Guayana Esequiba, para dividir a pueblos vecinos.
Sus más variadas técnicas y estrategias probadas en otros países del mundo se han estrellado hasta ahora contra la muralla del pueblo venezolano, al cual tratan de perforar y corromper con sus propias reglas del capitalismo salvaje, el neoliberal.

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