Lo que va de ayer a hoy
26 de diciembre de 2013
|El mismo día en que China alunizaba su primera nave en el satélite de la Tierra, cooperaba en el despegue espacial con Bolivia con el lanzamiento del satélite “Tupac Katari”, nación suramericana que en su quehacer de construir el socialismo, potencia la soberanía tecnológica y robustece su papel de vigilancia estratégica.
Este hecho, realizado en el Centro Espacial de Xichang, contó con la presencia del presidente Evo Morales, cuyo país es el sexto, latinoamericano en contar con un satélite y el número 50 en el mundo, en un proyecto de 302 millones de dólares financiado por el propio Estado boliviano y el Banco de China, que beneficiará con transmisión de microondas a partir del primer semestre del 2014 a más de tres millones de personas que viven en el interior de la nación altiplánica, Amplias son las buenas perspectivas acerca del lanzamiento de un satélite que lleva el nombre de un líder indígena que luchó contra los colonialistas españoles, y demuestran confianza en las relaciones con el gigante asiático, a diferencia de las diversas políticas practicadas por los imperialistas para socavar el proceso revolucionario boliviano. Ello se suma a innumerables logros del gobierno de Evo Morales, pese a complots y maniobras en su contra, en las que han participado las agencias de espionaje de Estados Unidos y varios países europeos
En apenas siete años, Bolivia ha multiplicado por cuatro su Producto Interno Bruto (PIB): de 8 000 millones de dólares en el 2007, a más de 32 000 millones en la actualidad.
Al inicio del período más del 90% de la población rural se debatía entre la pobreza y la extrema pobreza, y hoy más de 2,5 millones de personas han salido de esa situación, gracias a las políticas sociales aplicadas por la administración.
Muchos de los logros en el plano económico se deben a la aplicación de una acertada política de defensa de los recursos naturales y los mejores intereses del pueblo, como la nacionalización del petróleo. Hasta el 2006 el 82% de los ingresos que producía la industria se lo llevaban las transnacionales, mientras el 18% se quedaba en el país, pero la firma de nuevos contratos el gobierno logró virtualmente revertir esa proporción. De apenas 400 millones de dólares que ingresaba al país por la exportación de hidrocarburo en el 20º6, hoy asciende a más de 5 000 millones, cifra que ha servido para sacar a casi un 25% de la población total de la pobreza.
Antes, el gobierno apenas tenía dinero para pagar los salarios al final del año, y hoy las reservas internacionales de divisas alcanzan más de 15 000 millones de dólares, ocho veces más que al comienzo del período presidencial de Morales.
De poco más de 10 millones de habitantes, 6,5 millones de bolivianos han abierto cuentas de ahorro personales en los últimos años, un indicador que demuestra el cambio en el nivel de vida de la población, y, según estimaciones, el país alcanzará en el 2013 un 5,6% de crecimiento (el segundo mayor de América Latina), mientras el promedio anual durante los siete años de gobierno supera el 4,8% por ciento, un ritmo que ningún otro país de la región ha podido alcanzar en el período.
En este contexto, en una jornada de solidaridad ofrecida en La Habana por la revista Tricontinental, el Embajador boliviano recordó que “cuando asumió en el 2006, la oposición de derecha, racista y subordinada a los intereses de Estados Unidos, le daba apenas seis meses al gobierno para que fuera derrocado. Ya llevamos siete años, y nos llena de orgullo y satisfacción a todos contar en Bolivia con un presidente como Evo Morales”.
En este sentido, el propio Evo aseveró que “el neoliberalismo nos robaba mucho dinero. Con la nacionalización de los hidrocarburos cambió la economía nacional”; rememoró que en gobiernos anteriores “la política era negocio”, y a partir del suyo, se ha convertido en “servicio y compromiso donde se priorizan las necesidades de la población”; y destacó la labor de las Fuerzas Armadas, que no eran apreciadas por el pueblo, pero ahora son respetadas y queridas por su participación en diferentes acciones sociales.
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