La verdad se abrió paso

31 de octubre de 2016

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Gustavo Robreño

 

Contrariamente al proyecto fascista goebbeliano de que “una mentira repetida muchas veces llega a convertirse en verdad”, (tal como lo ejecutan hoy muchos medios de comunicación en América Latina) la aplastante votación prácticamente unánime en la Asamblea General de Naciones Unidas, exigiendo la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de estados Unidos contra Cuba. Muestra que la verdad también tiene posibilidades de abrirse paso cunado se sostiene con firmeza, argumentos sólidos y evidente transparencia.

Cuba, muestra que la verdad también tiene posibilidades de abrirse paso cuando se sostiene con firmeza, argumentos sólidos y evidente transparencia.

Todo eso explica el resultado de la antes mencionada votación sobre la resolución presentada por Cuba contra el bloqueo y que de manera ascendente ha quedado aprobada a lo largo de 24 años consecutivos. El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba data del año 1962 y es el más extenso de que se tiene conocimiento en la época contemporánea, más prolongado aun que el de la legendaria Numancia.

Un elemento que indudablemente sobresalió en esta ocasión fue la abstención del gobierno estadounidense, que por vez primera dejó de votar en contra de la resolución anti bloqueo y que esta vez –seguida por su aliada Israel– se convirtió en una de las dos solitarias abstenciones, contrastando con los contundentes 191 votos a favor.

Diversas son las versiones que tratan de explicar las razones de este cambio de posición de la Administración Obama, a punto de abandonar la Casa Blanca e inmediatamente después de emitir la Directiva Presidencial sobre las relaciones con Cuba.

Ambas quedarían como su legado sobre el tema y pudieran influir en las políticas futuras de su sucesor cualquiera que este sea, según analistas divulgados.

Esta abstención, sin embargo –tal como señaló ante la Asamblea General el canciller cubano– no resuelve definitivamente el problema y no pasa de ser un gesto en la dirección correcta pero absolutamente insuficiente pues el criminal ajuste e ilegal bloqueo y todas las medidas draconianas que aun lo acompañan quedan en pie.

Hace 22 meses que comenzó una nueva etapa en los vínculos bilaterales entre Estados Unidos y Cuba, que culminaron con el establecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas junto a otros pasos flexibilizadores pero insuficientes que la administración adoptó, teniendo en cuenta que el levantamiento del bloqueo –por ser Ley del Congreso– debe ser dictado por la Cámara y el senado de manera conjunta.

No obstante, Cuba sigue insistiendo en que el actual presidente conserva facultades extraparlamentarias, o sea, ejecutivas que le conserva facultades extraparlamentarias, o sea, ejecutivas que le permitirían adoptar al menos 18 medidas concretas en diferentes esferas para hacer avanzar decididamente y consolidar las relaciones establecidas.

Quedó claro para el mundo y para la propia opinión pública estadunidense –a pesar del bombardeo mediático goebbeliano– que el levantamiento total, unilateral e incondicional del bloqueo contra Cuba, universalmente repudiado, queda en manos de quienes lo impusieron y sostienen de manera criminal como mediad de fuerza y confesadas intenciones políticas injerencistas e imperialistas.