La otra cara de un literato
23 de diciembre de 2019
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Hay reconocidos literatos, capaces de plasmar en libros interesantes historias, sin embargo, a algunos cuando se les ocurre opinar sobre política lo hacen con mentiras, y se prestan al juego de quienes quieren acabar con los gobiernos populares en la región.
Mario Vargas Llosa es uno de ese grupo y lo mismo lanza sus venenosos dardos contra Cuba, que contra Venezuela, Nicaragua y más recientemente contra Argentina.
No puede hablarse de la «mejor literatura» cuando el que la escribe, una vez salido del contexto de su obra, cambia de fisonomía como el más vulgar cagüeiro y arroja amargas bilis contra pueblos y gobernantes que se hayan propuesto construir modelos de sociedad más inclusivos y justos, sin sometimientos neoliberales ni políticas de shock propias de ese sistema depredador.
Hace apenas una semana, este Vargas Llosa, el mismo que, cuando el derrumbe del socialismo europeo, aseguró que «a la Revolución Cubana le quedaban días», se atrevió a expresar su «sorpresa» porque en Cuba no se hubiera producido un levantamiento interno.
Tal afirmación la hizo —como era de esperar— ante un programa de televisión transmitido en Miami.
Ahora su bajeza como ser humano lo ha llevado a criticar al pueblo argentino por haber elegido a Alberto Fernández como presidente, lo que —aseguró irrespetuosamente— «será una tragedia para ese país».
El personaje en cuestión, olvidado totalmente de que nació en Perú y se crió entre ese país y Bolivia, por lo que debía considerarse un latinoamericano, se ha adherido ahora como una yedra a la pared, a lo peor del pensamiento de la región y a los planes e intereses estadounidenses de hacer abortar los gobiernos progresistas llegados al poder en varios países de América Latina.
Según reportes de la agencia EFE, Vargas Llosa, en declaraciones al diario brasileño «Estado de Sao Paulo» dijo que «esa vocación suicida de los argentinos es algo verdaderamente extraordinario, pues ya se sabe que todos los problemas actuales del país fueron causados por el peronismo».
Luego de catalogar como «catastrófica» la política de Alberto y Cristina, presidente y vicepresidenta, respectivamente, elegidos con el voto de la mayoría de los argentinos, se «desnudó» totalmente si alguna vestimenta ideológica le quedaba y —no se lo pierdan—, aseveró:
«Los argentinos van a lamentar enormemente la derrota de Mauricio Macri, claro que no fue un Gobierno perfecto, pero, aun así, no habría sido peor de lo que está por venir».
Ese es el pensamiento de Mario Vargas Llosa. Quienes por una u otra razón aún lo tienen en lo alto del pedestal por su literatura, sepan que el otro personaje encerrado en él, es capaz de querer denigrar a nuestros pueblos latinoamericanos y lo que es peor, alinearse completamente con el pensamiento imperialista del gobierno de los Estados Unidos.
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