La OTAN ante el Brexit
4 de julio de 2016
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Era totalmente lógico, la OTAN tenía que accionar en busca de un acomodo para que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) no afectara el funcionamiento de la alianza militar y, más que todo, que sus países miembros del viejo continente no dejen de garantizar sus contribuciones millonarias, bajo el prisma de la seguridad ante una posible “acción” de Rusia.
Tal y como expresa un despacho de la red de prensa francesa Voltaire, las reacciones de la OTAN ante el Brexit hay que interpretarlas teniendo en cuenta la visión de Estados Unidos sobre la alianza atlántica… En este momento, el único objetivo de la OTAN es mantener la ocupación militar estadounidense en Europa occidental y central. Para justificar ese proyecto hay que alimentar la histeria anti-rusa.
Mientras la atención político-mediática se concentra en el Brexit y sobre la posibilidad de que otros países traten de salir de la Unión, la OTAN sigue reforzando su presencia y su influencia en Europa, enfatiza el citado análisis de prensa.
En tal caso, de salir Gran Bretaña de la UE, el secretario general de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg, asegura que “el Reino Unido seguirá desempeñando su papel dirigente en la OTAN”.
Y, para pasar de las palabras a los hechos, una Cumbre de los Jefes de Estado de los países miembros de la OTAN ha sido convocada para los próximos días 8 y 9 de julio en Varsovia. En ese encuentro también participará Ucrania, que, aunque no es miembro de la Alianza, es bien utilizado por esta como punta de lanza en los objetivos de cercar a Rusia.
Como para no perder tiempo, una reunión de los ministros de Defensa de los países pertenecientes al ente bélico, decidieron reforzar la “presencia avanzada” en el este de Europa, a las puertas de Rusia, con el despliegue de 4 batallones multinacionales en los países bálticos y en Polonia.
Se recuerda que tal despliegue podría ser reforzado con rapidez, como ocurrió con el recién realizado ejercicio “Fuerza Avanzada” que incluyó el traslado de un millar de militares y 400 vehículos de guerra desde España hasta Polonia en solo cuatro días.
Con ese mismo objetivo se decidió aumentar la presencia naval de la OTAN en el Mar Báltico y el Mar Negro, en los límites de las aguas territoriales rusas. Al mismo tiempo, la organización bélica enviará más fuerzas militares, acompañadas de aviones-radar AWACS, al Mediterráneo, el Medio Oriente y África, señala Voltaire.
Un aspecto a destacar en la reciente reunión de ministros de Guerra de la OTAN es el compromiso adoptado de incrementar en más de 3 000 millones de dólares los gastos militares de la Alianza para el presente año 2016.
Para la Cumbre de esta próxima semana en Varsovia se han concebido tres objetivos principales. El primero, según los estrategas de la OTAN, es “fortalecer la disuasión”. Se trata, como es lógico, de fortalecer las fuerzas nucleares de la OTAN en Europa, como elemento disuasivo ante amenazas, no se sabe de quién.
El segundo objetivo plasmado en la agenda de debate es “proyectar la estabilidad más allá de las fronteras de la Alianza”, o sea enviar fuerzas militares al Medio Oriente, África y Asia, e incluso más allá de Afganistán.
Y el tercer objetivo: “ampliar la cooperación con la Unión Europea”, es decir acentuar la integración de las fuerzas europeas a la OTAN, bajo las órdenes de Estados Unidos.
En todo caso, y es ahí donde está la relación OTAN-Brexit, la actual crisis funcional de la Unión Europea como institución y de sus países miembros en particular, facilitan a la Alianza Atlántica continuar fortaleciendo la imagen de enemigos inventados y exigiendo recursos económicos millonarios, no importa la aguda crisis en que viven esas naciones.
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