La noticia del año

22 de diciembre de 2014

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Gustavo Robreño

Para los medios masivos de comunicación que tradicionalmente seleccionan “la noticia del año” y en ocasiones se hayan ante la difícil disyuntiva de escoger entre varios sucesos y acontecimientos ocurridos dentro del período que concluye, esta vez no habrá seguramente otra posibilidad.

“La noticia del año”, – quién lo duda,- tuvo lugar a mediados del último mes, cuando aun muchos no consideraban inminente la llegada de ese momento y mucho menos de la forma que lo produjo.

El más importante e influyente acontecimiento del año próximo a finalizar  2014 ha sido la liberación de los tres luchadores antiterroristas cubanos que aún permanecían encarcelados arbitraria, ilegal e injustamente en cárceles estadounidenses bajo falsos cargos de espionaje, – como parte del llamado grupo de Los Cinco Héroes,- y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas plenas entre Cuba y Estados Unidos, tras más de medio siglo de interrupción a consecuencia de la ruptura decidida por Washington a inicios del mes de enero de 1961 como parte de los planes de aislamiento, agresión y bloqueo contra la Revolución Cubana, cuyo fracaso planetario Obama reconoció.

Las históricas intervenciones de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, este 17 de diciembre, dieron una exhaustiva explicación sobre el desarrollo y la forma en que esos entendimientos se habían logrado, haciendo precisiones al respecto desde el punto de vista de cada una de las partes y consideraciones hacia el futuro.

Con posterioridad ambos han abundado en el tema y, por supuesto, con algunas interpretaciones, que no pueden ser totalmente coincidentes si tomamos en cuenta que la Revolución Cubana y el gobierno de Estados Unidos mantienen profundas diferencias, – lo cual es público y notorio,- en materias como soberanía nacional, democracia, derechos humanos y política exterior.

Lo más importante, sin embargo, es que los dos presidentes expresaron claramente la voluntad de mantener un diálogo fluido y respetuoso sobre todos esos temas, tal como Cuba había propuesto reiteradamente y las anteriores administraciones estadounidenses se habían negado a admitir durante más de 50 años, arrastradas por ideas obsesivas, delirantes y violadoras de las leyes internacionales e incluso de los propios Estados Unidos.

“Debemos aprender el arte de convivir, de forma civilizada, con nuestras diferencias”, dijo el presidente cubano. Obama afirmó que “en aquellos aspectos en los cuales no coincidimos, abordaremos esas diferencias directamente”.

Al anunciar el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, Raúl puntualizó que se había podido avanzar en la solución de algunos temas de interés para ambas naciones; Obama anunció haber dado instrucciones al Departamento de Estado “para que revise la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo” y adelantó otras medidas destinadas a liberar a los estadounidenses de la prohibición de viajes a Cuba, a incrementar el comercio y las telecomunicaciones y trabajar conjuntamente contra el ébola, a la vez que aceptaba la participación de Cuba, con pleno derecho en la Cumbre de las Américas.

El presidente cubano precisó: “esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto”, pues el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, que provoca enormes daños humanos y económicos así como consecuencias extraterritoriales, debe cesar. Recordó que el presidente Obama, en uso de sus facultades ejecutivas, puede modificar su aplicación.

Por su parte, la mafia terrorista cubanoamericana radicada en Miami ha recibido un golpe contundente y anonadante, mientras la emigración cubana, -según encuestas,- apoya mayoritariamente estos acuerdos.