La moribunda OEA
23 de octubre de 2020
|
Con más cinismo que otra cosa, la Organización de Estados Americanos (OEA), aceptó esta vez, como verídico y transparente, el resultado electoral en Bolivia.
No sé si alguien le preguntó su criterio evaluativo, pero Luis Almagro, responsable de la farsa montada en ese mismo país el año pasado y que concluyera con un golpe de estado contra el gobierno de Evo Morales, prefirió no exponerse ni siquiera con una simple duda en los recién celebrados comicios.
El vergonzoso personaje y su organización, han preferido concentrar todas sus fuerzas y calumnias, contra la República Bolivariana de Venezuela y sus próximas elecciones parlamentarias de diciembre.
No pasaron 48 horas de los comicios bolivianos y ya la OEA, reunida en su guarida estadounidense, declaraba no reconocer mes y medio antes, las elecciones venezolanas. Y, no conforme con su propia acción, llamó a la Unión Europea y a otros países a desconocer esa cita a las urnas, y acusar —una vez más— al gobierno del presidente Nicolás Maduro, de «ilegítimo».
Los países copatrocinadores de la propuesta sobre Venezuela fueron Estados Unidos, el gobierno de facto de Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Paraguay, Perú y la delegación del farsante opositor venezolano Juan Guaidó.
En representación del citado personaje, asistió a la cita, alguien con expediente de terrorista, Julio Borges, que como tal, pidió «acción» contra el gobierno de Nicolás Maduro. «Frente a ese principio de no intervención yo opongo el principio de la no indiferencia», dijo Borges, en clara referencia a que se produzca una intromisión directa de Estados Unidos en la nación bolivariana.
Y dijo más: “Por eso me cuesta creer, honestamente, me cuesta creer que algunos países hablen de la no intervención…»
En la propia asamblea de la OEA se aprobó también —para no perder la costumbre— que se hagan reformas electorales en Nicaragua.
Como se dice en buen cubano, «la jugada estaba cantada», y así se evidenció cuando el representante de Estados Unidos ante esa organización Carlos Trujillo, agradeció a los estados miembros por la aprobación de la resolución y dijo «que es un fuerte mensaje para que Nicaragua celebre elecciones de forma democrática y libre».
Vale recordar que, además de Estados Unidos —autor del guión y de la orden para arremeter ahora contra Venezuela y Nicaragua, fueron los gobiernos de Ecuador, Colombia, Chile, Perú y Uruguay, los más entusiastas autores de esa vil acción.
El representante de Trump, dijo que «la OEA puede y debería estar orgullosa de la posición que tomó hoy».
El gobierno legítimo de Nicolás Maduro, en la persona de su canciller Jorge Arreaza, fue enfático al advertir que «la OEA ha probado otra resolución decadente e injerencista contra Venezuela. Todo un disco rayado del fracaso. ¡Dan vergüenza!»
«Cumplen al pie de la letra los designios del presidente estadounidense, Donald Trump. La moribunda OEA no ha dejado nunca de ser un mero ministerio de colonias de EEUU», enfatizó el canciller venezolano.
Comentarios