La innecesaria guerra necesaria… para Estados Unidos
19 de agosto de 2022
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No solo Moscú lo dice, sino que otras naciones que incluso desaprueban la operación militar en Ucrania, coinciden en señalar que la continua entrega de armamento por Estados Unidos a Kiev prolonga el conflicto y la muerte de miles de personas y el sufrimiento de millones.
Y que la actual Administración norteamericana, siguiendo detalladamente los planes de los halcones de las guerras, tiene como pronto debilitar a rosa, al tiempo que disparar las ganancias de las empresas que se benefician del conflicto creado por el propio EE. UU, con la complacencia de su servil Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y ejecución por la carne de cañón ucraniana.
En lo que se refiere al debilitamiento de Rusia, este es un proyecto que Washington sigue desde hace años y es un importante capítulo más en el drama de crear guerras en cualquier parte del mundo que le sirva de beneficio.
Rusia era uno de los principales exportadores que abastecía de petróleo a toda Europa, debido a ello existe también un plan a largo plazo en Europa para hacer energéticamente autosuficiente a través de energías renovables, siendo la guerra un causal mayor para que este proceso se acelere, trayendo como consecuencia las fuertes subidas en Bolsa de las empresas que producen energía renovable, como, por ejemplo: SOLARIA ENERGIA Y MEDIO AMBIENTE S.A. (España), MAGNORA ASA (Noruega), GREENCOAT UK WIND (Reino Unido), entre otras más.
En este contexto, el gobierno de Joe Biden aprovecha esta situación para vender su gas a Europa, mientras que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aprovecha para deshacerse de viejos armamentos.
Otra industria que obviamente es la más favorecida, en cada guerra que pueda existir, es la industria armamentística. Esto se da gracias a que los países en guerra se abastecen militarmente para el conflicto, y ojo, no solo ellos, ya que países vecinos pueden incluso verse en la necesidad de comprar armamento para así poder salvaguardarse ante un futuro conflicto. Es por eso que, el valor de empresas como RHEINMETALL (Alemania), LOCKHEED MARTIN CORPORATION (Reino Unido), RADA (Reino Unido) y otras más. En este sentido, las acciones de las empresas armamentísticas subieron un 40%.
Los países del este europeo también están felices, porque se deshacen del viejo armamento soviético, que saben que el ejército ruso destruirá y así no tienen que reciclarlo, mientras la OTAN les promete nuevo material.
EL MAL EN BIEN
Sí, no hay mal que por bien no venga, y la actual política de sanciones a Moscú no ha afectado a esta nación, gracias a recursos propios importantes, así como a la amistad que ha generado en naciones como China, Turquía (un miembro de la OTAN) e Irán, que ha jugado un papel destacado al respecto, facilitando el comercio entre Rusia y la India a través del Corredor de Transporte Norte-Sur (INSTC, por sus siglas en inglés).
La revista Economic Times destaca los volúmenes de bienes trasportados por la mayor empresa naviera de Irán, Líneas Marítimas de la República Islámica de Irán (IRISL, por sus siglas en inglés) a través del Corredor, compuesto por una red de 7 200 kilómetros de carreteras y vías marítimas y ferroviarias, la ruta de conectividad más corta entre Rusia y La India. También reduce el costo del transporte entre las dos naciones en alrededor de un 30%.
Esto constituye una ruta alternativa al Canal de Suez, reduce a menos de 25 días el tiempo que tarda el transporte de mercancías entre Rusia y La India, frente a los casi 40 días de las rutas tradicionales, y se considera una opción viable para el comercio indo-ruso en medio de los crecientes desafíos geopolíticos.
La nada progresista agencia alemana Deutsche Welle admite que las sanciones no pueden destruir la economía rusa, ni derrocar su gobierno, porqué Moscú tiene amigos como Irán que le ayudan a evadir los embargos.
El INSTC no solo impulsará el comercio entre los países de la región, sino que contribuirá a un mayor desarrollo de la infraestructura, incluida la creación de nuevos puestos de control fronterizos, terminales de consolidación de carga y una interacción más estrecha entre las aduanas y otros reguladores de varios Estados interesados del corredor.
El presidente ruso, Vladímir Putin, consideró en julio el INSTC como una “arteria de transporte desde San Petersburgo a los puertos de Irán y La India”. El corredor busca además conectar los países ribereños del Mar Caspio, incluido Kazajistán.
Expertos aseguran que el INSTC puede servir a largo plazo como una alternativa rentable y de bajo riesgo al canal de Suez, al mar Mediterráneo —que está dominado por algunas naciones adversarias a Rusia— y al estrecho del Bósforo.
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