La guerra o la paz
29 de enero de 2018
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Luego de sufrir miles de pérdidas humanas y cuantiosos daños materiales por bombardeos indiscriminados y combates donde la mayoría de las víctimas fueron civiles, Siria comienza el nuevo año con la disyuntiva de alcanzar la tan anhelada paz o enfrentarse, nuevamente, a un escenario bélico.
La pasada semana, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Sigmar Gabriel, abogó por sentarse a la mesa del diálogo para restaurar la estabilidad en Siria por la ‘vía política’, recordando que, tras la reciente derrota de los terroristas, este país lo que menos necesita es otra guerra.
“Después del éxito logrado en la lucha contra la organización terrorista del llamado ejército Islámico, Siria debe dar pasos en el camino de la paz y la estabilidad, y lo último que necesita son enfrentamientos militares”, reiteró el alto diplomático de Alemania, según despachos de prensa.
El diplomático germano presenta la visión de Occidente en un conflicto que fue creado por los intereses económicos de las potencias involucradas en la supuesta coalición comandada, como siempre, por los Estados Unidos.
Reconoce el accionar de las fuerzas armadas sirias en los enfrentamientos pero olvida el papel determinante de sus aliados, en especial de la aviación rusa, dando a entender que fueron ellos, los de la coalición, quienes expulsaron a los terroristas de sus últimos bastiones.
Según el canciller alemán, ahora se han creado las condiciones para dejar las armas y buscar el diálogo. ¡Qué bueno! El inocente lector o el mal informado, puede pensar que se trata de los esfuerzos que hace ya tiempo llevan a cabo Rusia, Irán y Siria por alcanzar esa paz tan deseada, incluyendo a sectores de la oposición al legítimo gobierno de Damasco.
Pues no, se refiere a la nueva ronda de conversaciones los días 24 y 25 de enero en Viena, es decir, volver a lo mismo, ignorando al gobierno sirio y presentar a los que ellos llaman líderes de la oposición como las fuerzas verdaderas, aunque residan fuera de su país.
Eso sí, el germano, al igual que sus pares de la coalición, están ahora preocupados por el accionar de los turcos en la ciudad de Afrin, en la noroccidental provincia de Alepo, en Siria, especialmente por sus ataques aéreos y terrestres contra posiciones de las milicias kurdas y sus consecuencias humanitarias.
Además desconoce olímpicamente los esfuerzos por una verdadera paz realizados por Siria, Rusia, Irán y Turquía en Astaná el pasado año, donde participaron representantes de la oposición siria que radica en la nación árabe. Y mucho menos habla de las nuevas conversaciones que están previstas para febrero en Sochi, Rusia, con iguales intenciones.
Falta por ver si la nueva situación creada y la ofensiva turca contra los kurdos en Siria complican aún más la situación y pudieran afectar las conversaciones de paz previstas para el próximo mes. Por lo demás, el sufrido pueblo sirio se debatirá entre la necesaria paz o la guerra que solo conviene a los agresores.
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