La gran perdedora…
3 de marzo de 2025
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A una guerra conocida como el «conflicto ucraniano», parece haberle llegado su fin.
Demasiado tiempo de conflicto y muchos muertos, mutilados y destrucciones materiales. Gran injerencia externa y también el capricho de Occidente por rodear a Rusia con fuerzas de la OTAN, para intentar rendirla.
Ha sido una guerra que pudo terminar hace mucho tiempo. Los llamados Acuerdo de Minsk debían haberse cumplido. Pero en ambas oportunidades, el alto al fuego duró poco y los combates se intensificaron.
Otras negociaciones fueron fracturadas desde la presidencia de Joe Biden, empeñada en fomentar el negocio de las armas y así incentivar al Complejo Militar que conseguía millonarias sumas de dólares procedentes de los propios contribuyentes estadounidenses.
Más que pensar en quién es el vencedor, que ya se sabe, es quién o quiénes son los perdedores. Europa o una parte de ella, presidida por la llamada «Unión…» parece la que peor cuota de culpa lleva tras sus espaldas. El gobierno estadounidense de Joe Biden involucró al Viejo Continente en tres vertientes, de las cuales, en ningún caso los europeos pueden anotarse un triunfo.
Han sido, en realidad, los grandes perdedores.
Primero, a través de la OTAN, muchos gobiernos se convirtieron en reos de lo que viniera desde Washington. Luego —lo peor— Europa cumplió con la orden de la administración Biden y emprendió las sanciones contra Rusia, olvidando que los que más mal saldrían serían pueblos europeos. El petróleo y el gas ruso son determinantes en la vida y el desarrollo de estos países.
Y, finalmente, los líderes de la UE, se entregaron por completo a los planes estadounidenses contra Rusia, y sumaron al dinero, el envío directo de armas de todo tipo y asesores a Ucrania, mientras, hasta hoy mismo siguen aprobando paquetes de sanciones económicas contra Moscú.
La rusofobia ha llegado a tal extremo que muchos gobernantes de Europa hicieron viajes a Kiev y visitas a otros países —Estados Unidos en primer orden—, para ofrecer más ayuda para la guerra, más sanciones a Rusia y más entrega a una causa que los conducía directamente al abismo.
De esta forma se ha llegado a la más reciente reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde se aprobó una Resolución sobre la guerra en Ucrania, con el ingrediente diplomático y mediático, de que, por primera vez, Estados Unidos votó junto a Rusia y China a favor de poner fin a las hostilidades, mientras Francia y el Reino Unido se abstuvieron.
Al respecto, Rusia ha planteado que el citado dictamen, elaborado por Estados Unidos, es valorado por Moscú como «un punto de partida hacia futuros esfuerzos en busca de una solución pacífica».
No obstante, siguen los representantes europeos enredados entre su propia carencia de autoridad y el daño que se propicia a sus pueblos. Así se ha constatado hace apenas dos días, cuando Bruselas oficializó más sanciones contra Rusia y prometió a Kiev una nueva ayuda militar de 3 500 millones de euros.
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