La farsa turca de la rama de olivo
29 de octubre de 2019
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Las más recientes noticias dan cuenta que el Ejército Árabe Sirio se ha movilizado rápidamente para contener la invasión turca en el norte del país árabe, y ya tiene el control de por lo menos cinco localidades del denominado Kurdistán sirio, conteniendo el avance las tropas de Ankara, que se han retirado sin presentar combate hasta ahora, aunque sus bombardeos ya dejaron graves daños materiales y humanos y provocaron el éxodo de la población civil,
El pretexto del gobierno de Racip Yesip Erdogan para enviar tropas del segundo mayor ejército de la Organización del Tratado del Atlántico Norte al norte de Siria es crear un ”corredor de paz”, previa expulsión de lo que denominó organizaciones terroristas, obviando que estás fueron un factor consecuente en la lucha contra el criminal Estado Islámico.
La vaga posición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que retiró sus tropas del norte de Siria, pareciera una señal implícita de ayuda a Erdogan en su decisión de invadir el país, Sin embargo, debemos tener en cuenta que muchas instituciones estadounidenses culpan al mandatario por dejarle abierta la puerta a Ankara, como sucedió en el Congreso, donde solo dos legisladores defendieron a Trump, uno de ellos Marcos Rubio.
La estrategia adoptada por Erdogan es a todas luces imposible de creer cuando afirma que el establecimiento de la zona de seguridad permitirá el regreso de los refugiados, ocultando el hecho de que es una invasión a otro país, en franca violación del Derecho internacional.
La única verdad es que lo que sucedió fue una invasión militar turca del territorio sirio, con el riesgo de una limpieza étnica y el cambio demográfico para expulsar a los kurdos de las áreas donde vivieron por cientos de años, y el reasentamiento de ciudadanos de diferentes regiones en tierras diferentes a la suya.
Entonces, existiría el peligro de prolongar aún más la guerra en Siria, lo cual, según expertos, no ayudaría políticamente en nada a Erdogan, quien parece estar en su tiempo de gestión más frágil. Las complejidades internas que enfrenta y las divisiones persistentes dentro del gubernamental Partido Justicia y Desarrollo, son varias, y ahora se enfrenta al mundo entero, que, desde el primer momento, condenó la intervención de su país en Siria.
Quizá Erdogan piense que golpear a los kurdos y confiscarles el petróleo es una victoria para Turquía, pero se equivoca. Simplemente está abriendo la puerta a una guerra de desgaste que Ankara no se puede permitir y que podría perder.
Económicamente, Erdogan se debate en una situación persistente que lo persigue día y noche: La lira se derrumba, la deuda del gobierno aumenta, las sanciones están agotando a su país y el gasto militar está agobiando a la economía, mientras que el ejército enfrenta opciones difíciles y complicadas.
Nadie sabe por cuánto tiempo continuará la operación militar ni qué consecuencias traerá en un área donde los grupos armados proliferan, sin mencionar que los kurdos no se quedaran de brazos cruzados observando la operación para desarraigarlos y expulsarlos de su tierra natal.
Los combatientes kurdos fueron quienes tomaron la delantera en la expulsión de EI y la detención de miles de sus miembros, y no aceptaran el peso de una invasión militar extranjera que los atacó y los describe a todos ellos como “terroristas”.
Huelga decir que miles de miembros del EI, bajo el control de las opositoras Fuerzas Democráticas Sirias, habían ingresado a Siria desde las rutas abiertas de la frontera turca. Además, alrededor de 18 000 de esos combatientes que se escondían en la región, ahora podían resurgir-
Los titulares engañosos que la prensa turca adicta a Erdogan utiliza para describir sus operaciones militares, con nombres como “rama de olivo” o “primavera de la paz”, serán ineficaces, porque lo que ha sucedió, sin duda, es una invasión turca flagrante y una ocupación de tierras árabes. En este escenario, las consecuencias posteriores desde lo político y militar sobre Turquía y su presidente encarnaran peligrosos y altísimos costos.
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