La debacle del PP Español
3 de junio de 2018
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La moción de censura presentada por el Partido Obrero Socialista Español (PSOE) ante el Congreso de Diputados de ese país y aprobada con el apoyo de las más diversas fuerzas políticas de distinto signo, logró por mayoría de 180 contra 169 la deposición del gobierno del Partido Popular (PP) encabezado por Mariano Rajoy, que había logrado formar gobierno tras azarosas jornadas que duraron casi todo el año 2016.
Era, por tanto, desde el principio una legislatura tambaleante que fue complicándose a lo largo de los meses por numerosos entuertos políticos, económicos y autonómicos, como la pretendida independencia de Cataluña y sus consecuencias de todo tipo, que aún estremecen el panorama español.
Los medios de comunicación más difundidos del país y algunos otros de alcance internacional han centrado el caso en la persona de Mariano Rajoy y sus presuntas responsabilidades como jefe del PP ante el llamado “caso Gurtell” por financiamiento ilícito de la organización. Que fue el origen de la moción de censura presentada y aprobada.
Sacrificar a Rajoy puede no ser más que una maniobra mediática para ocultar al verdadero culpable, el Partido Popular, que también fue sancionado con una elevada multa junto a las penas de prisión a 29 acusados por establecer una red de financiaciones, pagos y adjudicaciones ilícitas cuya cabeza visible era Luis Bárcenas, tesorero del PP.
La moción de censura tiene derivaciones mucho más amplias y profundas e implica al PP como organización en su conjunto, como partícipe y beneficiario de esos delitos y pone en peligro su influencia y votación de cara a los eventuales comicios legislativos de 2020, que pudiera ser recuperada por el derechista partido Ciudadanos.
Aún cuando mantiene mayoría en el Senado y gobierna en algunas Comunidades Autónomas, no hay duda que el golpe recibido es una debacle para el PP, al margen de que pueda difícilmente recomponerse y de lo que ocurra en el futuro dentro de la política y la sociedad española en general, lo cual se presenta incierto y confuso.
Personajes tan impresentables y nefastos como Esperanza Aguirre y José María Aznar surgieron de sus filas: algunos tienen las manos manchadas por dinero indebido y Aznar las tiene manchadas de sangre por las guerras de agresión contra los pueblos de la antigua Yugoslavia y de Iraq, donde actuó como cómplice del genocida Bush hijo en el “trío de las Azores”.
Para los partidos de la derecha latinoamericana, que habían tratado de presentar al PP y a los programas neoliberales de Rajoy –puestos en práctica en España– como el camino paradigmático que debían seguir América Latina y el Caribe, es también un duro golpe que desenmascara la esencia de esos falsos paradigmas, los exhibe tal cual son y se convierte en una advertencia a los electorados que enfrentarán próximamente comicios en esta región.
Ha caído un socio fiable de la derecha latinoamericana y en mal momento, de la manera más vergonzosa e inocultable, ante la primera moción de censura exitosa en 40 años dentro del Congreso español.
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