La consecución de un crimen
1 de octubre de 2024
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El premier israelí, Benjamín Netanyahu lo había advertido en la propia ONU, cuando aseguró: «No hay lugar en Irán o el Oriente Medio, al que no llegue el largo brazo israelí».
Este 28 de septiembre, tras alrededor de diez años de preparación de Inteligencia, bombas perforadoras de Bunker, lanzadas desde aviones de guerra israelíes en la plena capital libanesa de Beirut, acabaron con la vida del máximo líder del movimiento libanés, Hezbolá, Hassan Nasrallah.
Una vez consumado el crimen, el ex primer ministro israelí Naftali Bennett dijo que «ahora había una enorme oportunidad para que Israel elimine toda amenaza de Hezbolá».
Para llegar hasta el lugar bajo tierra donde estaban los máximos dirigentes de ese movimiento de resistencia, Israel ha asegurado que fue la infraestructura de inteligencia, la que permitió al jefe de gabinete, al ministro de Defensa y al primer ministro, decidir que querían asesinar a Nasrallah la semana pasada, y sabían que todo lo preparado por el Mossad (Servicios de Inteligencia israelí) les daría el momento y el lugar para el ataque.
Ahora bien, el crimen cometido contra el líder de Hezbolá, también tiene etiqueta Made In USA, por cuanto Israel utilizó 85 bombas antibúnker GBU-31, de fabricación estadounidense, capaces de penetrar varios pisos de hormigón.
Una vez lanzadas, las aletas guían la bomba hasta 24 kilómetros de distancia hacia las coordenadas del objetivo, según despacho de Sputnik.
Es posible entonces que no haya que ver raro que, el presidente Joe Biden, acto seguido de conocer la noticia, declaró que «la muerte del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, es un acto de justicia». Similar apreciación hizo la aspirante a presidenta, por el Partido Demócrata, Kamala Harris.
Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, advirtió en declaraciones a CNN, de las «devastadoras» consecuencias de una guerra total entre Israel y Hezbollah.
Mientras, el Estado sionista sigue atacando al Líbano, donde ya se reportan más de un millón de personas desplazadas, a la vez que ejecuta los criminales ataques contra la población palestina de Gaza y Cisjordania.
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