La batalla de Siria: su importancia para hoy y mañana
13 de octubre de 2015
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La batalla de Siria, que comenzó hace cinco años, se ha transformado ya en un enfrentamiento político-militar y diplomático cuya importancia trasciende incluso los marcos del Medio Oriente y de la antigua Asia Central o el norte de África, que va mucho más allá del entorno árabe para convertirse en un acontecimiento decisivo cuyo desenlace influirá seguramente en el devenir del mundo de hoy y de mañana.
La participación activa y directa de Rusia como país aliado de Siria y a solicitud de este gobierno –en cumplimiento del Tratado de Amistad y Cooperación existente entre ambos desde hace más de cuatro décadas–, marca un punto de inflexión y un momento de viraje en la lucha heroica, decidida y casi en solitario que ha venido librando el pueblo sirio contra los grupos terroristas organizados, financiados y protegidos por las llamadas “potencias occidentales” y algunos gobiernos regionales comprometidos de diversa manera con las citadas “potencias”, a las cuales sirven a cambio de apoyo armamentista y suculentos negocios, incluido Israel que mantiene ocupado parte del territorio sirio correspondiente a las Alturas de Golán desde la guerra de 1973.
Toda esa combinación de espurios intereses geopolíticos y económicos cayó de pronto sobre la República Árabe de Siria, cuyo gobierno –encabezado por el partido Baas y su líder el fallecido presidente Hafez Al Asad– mantuvo históricamente una firme posición de apoyo a la causa palestina, de defensa de su soberanía frente a la agresión israelí y una política exterior independiente negada a subirse al carruaje imperialista en la región.
Entre esos grupos terroristas surgió con fuerza propia el irracional y criminal Estado Islámico, ante el cual sus organizadores y financistas se debaten actualmente, al menos en apariencia, en difícil contradicción que les ha llevado a armar la coalición para supuestamente combatirlo y desalojarlos de los territorios ocupados en Siria e Irak. Por supuesto que la mencionada coalición –a la cabeza de ella aparece Estados Unidos– poco o nada ha logrado con los tan publicitados ataques aéreos lanzados desde hace dos años y algunos aliados de la OTAN constataban ya la inefectividad de tales acciones así como las verdaderas intenciones de su realización cuando se inicia la exitosa participación rusa contra los terroristas.
Vistos sus antecedentes y sus más recientes desarrollos, no dudamos en afirmar que la batalla de Siria, la heroica resistencia del pueblo sirio en defensa de su soberanía e independencia, se convierte en decisiva para el mundo de hoy y de mañana, pues en ella se pone a prueba si un puñado de poderes hegemónicos confabulados con el terrorismo son capaces o no de imponer sus intereses impunemente.
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