La agenda equivocada
6 de junio de 2022
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Disponer de millones de dólares para la organización de una reunión de jefes de Estado o Gobierno de la llamada región de las Américas, nunca sería suficiente, si el contenido de la agenda a debate no se hace sentir entre los invitados.
La Cumbre que sesiona desde este lunes en Los Ángeles, California, nació mutilada por el concepto de imposición de sus propios impulsores.
Comenzando por el mismo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quienes «aportan» al supuesto contenido del convite, no parecen darse cuenta de que la América de hoy es otra, diametralmente distinta a aquella en la que los propios anfitriones de hoy, quisieron entonces aplicar la llamada Doctrina Monroe, para subordinar totalmente a nuestros pueblos a los intereses del amo imperial.
Veamos por parte el contenido de la agenda.
Según lo poco que se sabe, el tema de la inmigración será uno de los asuntos cardinales.
Me parece lógico que así sea, por cuanto cada año son cientos de miles de centroamericanos, fundamentalmente, y de otros países del Caribe, los que intentan llegar a territorio estadounidense en busca de una mejora económica, o, como en el caso de varios países de Centroamérica donde la violencia, los asesinatos y la actuación de pandillas armadas, han creado una gran inestabilidad.
Pienso que los anfitriones muy poco podrán mostrar, por cuanto las experiencias de los últimos años para abordar el tema migratorio pasan, desde la obsesión de Donald Trump por construir un muro fronterizo y las jaulas donde fueron encerrados los menores de edad hasta la inercia actual, por lo que no podrán dar respuesta a un tema que debe enfrentarse, principalmente, con el combate a las causas: la pobreza, falta de trabajo y violencia.
La agenda, según ha trascendido, también contempla un supuesto plan estadounidense para afrontar las secuelas de la pandemia de la Covid-19.
Es absurdo que sea Estados Unidos quien quiera aparecer ahora como «preocupado» por el tema, cuando se trata del país que menos ha hecho por lograr una cobertura completa de su población con las vacunas allí fabricadas, que, en época de Trump, hizo caso omiso a la enfermedad, negando su existencia y sus posibles consecuencias e, incluso, ofreciendo soluciones anti éticas y anti científicas como sus famosos remedios.
Y lo más deplorable de todo, es volver a politizar la pandemia y no invitar a Cuba a esta Cumbre, cuando se sabe que es nuestra nación la que más ha contribuido, lo mismo en la elaboración de sus propias vacunas, tres de ellas ya aplicadas masivamente, y cuyos protocolos constituyen ejemplos reconocidos por instituciones internacionales, que por la solidaridad brindada a decenas de naciones.
Además, han sido médicos y científicos cubanos los que, unos como parte de las brigadas Henry Reeve y otros llevando nuestros inmunógenos a varios países que hoy lo utilizan, han dado una ayuda internacional extraordinaria.
¿De qué van a hablar los anfitriones de la cita? Será del gran negocio en que se convirtieron sus vacunas, por lo que no han podido ser utilizadas en casi ningún país pobre del planeta. ¿O hablarán del movimiento negacionista a la vacunación en la sociedad estadounidense?
A la cita ha confirmado su presencia el llamado «Trump del trópico», el brasileño Jair Bolsonaro, copia al papel carbón, tanto de la mala actuación para enfrentar la pandemia, como de los tristes y pésimos resultados que han llevado a Brasil a ser el segundo país, tras Estados Unidos, con más infestados y fallecidos.
¿Qué calidad tendría el contenido del debate al respecto en este convite de Joe Biden y sus invitados, si por arrogancia y odio, se han dejado fuera a naciones latinoamericanas con un expediente valioso y sobresaliente?
Del resto de la agenda: democracia y derechos humanos (al estilo de Estados Unidos) y contribución a la solución de los efectos del cambio climático, no vale la pena insistir, prefiero, como diría el colega Taladrid, que cada cual saque sus propias conclusiones.
En mi opinión, se trata de una Cumbre equivocada con una agenda equivocada…
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