Insensibilidad e incongruencia
30 de enero de 2018
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Los recientes atentados en Afganistán achacados a talibanes y al Estado Islámico, con un elevado saldo de muertos y heridos, principalmente del ejército local, han servido para tratar de justificar la crecente presencia militar de Estados Unidos, que vuelve por sus fueros, manejando mediáticamente a una opinión pública, con el fin de volverla insensible a sus represalias, que no son más que crímenes de lesa humanidad.
Los seguidores de los asuntos del Oriente Medio pueden llegar a volverse insensibles ante la fijación de los medios de comunicación sobre esas cuestiones.
Tal es así que, ante la derrota sufrida en Siria, que no quiere admitir, EE.UU. utiliza a elementos terroristas entrenados por las inteligencias occidentales y el Mossad sionista de tal manera que trata de lograr la aquiescencia del público no preparado políticamente e implantar la suposición de que si estos supuestos no combatientes o civiles han muerto a manos del Imperio o de Israel, un crimen debe haberse cometido.
Tales medios no reaccionaron ante la aparición de unos 90 000 archivos y registros antes ocultos que documentan la guerra en Afganistán, incluyendo numerosos casos de matanzas de civiles afganos por soldados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Ni un relato, ni una iniciativa similar al respecto.
De los artículos publicados en esa ocasión en los sitios web de noticias de la BBC, The Guardian, The Independent, The Times, The Daily Telegraph y el Financial Times ni uno cita el concepto jurídico internacional de “proporcionalidad de la fuerza empleada”. Por lo tanto, no hay acusaciones de empleo de una “fuerza desproporcionada” contra las tropas de la OTAN.
Es decir, se justifican los crímenes de guerra cuando los cometen las fuerzas imperialistas o aliadas a estas, y se pone un manto de silencio, por ejemplo, acerca de la conducta de Israel en Gaza y otros territorios palestinos ocupados, y si acaso unos que otros atisbos de lo dado a conocer por Wikileads de que las tropas sionistas podían haber matado ilegalmente a civiles, como si eso de por sí no es ilegal.
Increíblemente, la página web dedicada al tema de The Guardian, y que contiene 23 artículos, sólo hizo dos referencias a posibles crímenes de guerra y no aparecieron en la sección llamada ‘El número de muertos”, que se centra en las muertes de civiles.
Generalmente, la BBC acude a términos como “la lamentable aparición de la población civil en la línea de fuego”. Ello apunta a un verdadero “doble rasero”, mediante el cual el espectro de violaciones del Derecho Internacional suscitada por los medios de comunicación se mueve dentro de una base muy selectiva.
¿Por qué los medios no se muestran tan reflexivamente atentos a la cuestión de si los soldados de Estados Unidos y sus aliados europeos son criminales de guerra de la manera que lo han hecho, y siguen haciéndolo?
¿Por qué los civiles afganos no aparecen como víctimas de las violaciones de las leyes de la guerra?
Sólo se habla de las víctimas de atentados achacados a las fuerzas opositoras, algunos de los cuales han sido instigados por el propio Imperio para, subrayo, justificar su cada vez mayor injerencia.
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