G-7: seguir esperando
29 de mayo de 2017
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El comienzo fue incierto. Las expectativas eran mayores que lo que se podía esperar de la más reciente Cumbre del G-7, en Italia.
Incluso, cuando llegaron los líderes de las siete potencias económicas, fueron recibidos muy cerca del lugar de la cita con una protesta muy a la italiana: activistas contra el hambre y los efectos del cambio climático se vistieron como si fueran los líderes mundiales asistentes y fingieron comer espaguetis, para llamar la atención sobre la situación del hambre a nivel planetario.
Fue una reunión de dos días en la ciudad italiana de Taormina y la agenda incluyó temas como el terrorismo, la seguridad y el cambio climático.
Lo más llamativo en el ambiente de suspenso que abrió la reunión, fue la presencia allí, por primera vez, de mandatarios como Donald Trump, de Estados Unidos; Emmanuel Macron, de Francia; la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, Todos se estrenaban en estas lides, pero a quien siguió todo el mundo, fue a Trump y su posición adversa, sobre todo en cuanto al tema climático.
Es que la mayoría de los miembros del G-7 han expresado su preocupación por las declaraciones de Donald Trump respecto a la reducción de las emisiones de carbono y otros puntos acordados en la conferencia de la ONU sobre el cambio climático de Paris (COP 21).
Como preámbulo a la Declaración Final de la Cumbre, leída por el Premier italiano, se expresa: El grupo de las siete naciones más industrializadas del mundo terminó su cumbre el sábado en Italia sin un acuerdo unánime sobre el cambio climático, con una declaración final de que Estados Unidos “no está en posición de sumarse al consenso” sobre el tema. El gobierno del presidente Donald Trump alegó que planea tomar más tiempo para decir si Estados Unidos permanece en el Acuerdo de París para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Ya terminada la cita, el mandatario estadounidense usó la nueva técnica de twitear para anunciar que la semana próxima dará a conocer su opinión al respecto.
No obstante, los gobernantes de las otras seis naciones se comprometieron a cumplir el acuerdo y para no criticar el que Trump de la espalda al mismo, en la declaración final se dice que “comprenden el proceso de revisión de Washington”.
El propio premier italiano, Paolo Gentiloni, explicó luego que las diferencias de opinión con Trump “surgieron muy claramente en nuestra discusión”.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, fue más directa y calificó de “insatisfactorias” las conversaciones sobre cambio climático.
En fin, la Cumbre del G-7 concluyó. Los líderes mundiales asistentes regresaron a sus países. Y, en el ambiente internacional se sigue respirando un aire viciado que no despeja ninguna de las expectativas que interesan a la humanidad, por cuanto el hambre sigue afectando a más de 1000 millones de seres humanos, al terrorismo no se le pondrá freno mientras exista su financiamiento en dinero y armas por parte de Estados Unidos y por la reducción de los efectos del cambio climático habrá que seguir esperando.
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