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¡Fuera de aquí Bolsonaro!

6 de mayo de 2019

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La pregunta sigue en pié: ¿cómo lo llegaron a elegir presidente? Desde que Jair Bolsonaro asumió la presidencia de Brasil, una y otra vez los medios de comunicación que no forman parte del gran monopolio mediático en manos de intereses hegemónicos, han lanzado al aire la interrogante que cuestiona el ascenso al poder de un personaje tan alejado de la ética política, ofensivo para con los propios brasileños, principalmente para las comunidades indígenas y los grupos sociales de menor ingreso económico, y tan comprometido con el peor ejemplo de nuestros tiempos: Donald Trump.

Incluso, no pocos lo identifican con métodos, formas, ambiciones, y odio hacia los demás, «virtudes» similares del magnate presidente de los Estados Unidos.

No obstante, algunos embriagados con el ascenso derechista en la región y por la similitud en Jair y Trump, son capaces de hasta ofrecerles premios un pomposo hotel de Nueva York.

El citado evento —de anunciarse nada más— provocó la ira no solo de brasileños sino también de estadounidenses opuestos al personaje.

El asunto tomó tan alta tensión que el propio alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, quien ha calificado a Jair como un hombre peligroso tuiteó: «Hasta nunca». Antes había argumentado: «Denunciamos su intolerancia. Huyó. No estoy sorprendido; los matones en general no saben recibir un golpe».

¿Qué llevaría a Bolsonaro a Nueva York? Recibir el premio anual de «Persona del año» (no se dice si para mal o para bien) de la Cámara de Comercio Brasil-Estados Unidos, previsto para el 14 de mayo.

No obstante, ya el Banco estatal de Brasil había desembolsado 12 500 dólares por la mesa donde cenaría el mandatario.

Cada año la Cámara elige a dos personalidades, una brasileña y otra estadounidense, y las premia en su cena de gala para más de mil personas, con entradas a un precio individual de 30 000 dólares que ya están agotadas. ¡Qué horror! 

Ahora bien, ya sabemos que uno de los personajes a homenajear es el mandatario brasileño, pero —más sorpresas—, el otro personaje, el norteamericano, es nada más y nada menos que Mike Pompeo, el ex jefe de la CIA convertido por Trump en Secretario de Estado, uno de los personeros de la política estadounidense que más odio aplica con pueblos que defienden la soberanía e independencia de sus países.

La farsa tiene tal tamaño que estaba previsto que la entrega de dichos premios se hiciera en el Museo de Historia Natural de Estados Unidos, pero una avalancha de críticas y la recogida de más de 25 000 firmas en su contra, obligaron a la institución a cancelar su realización allí.

Ante el nuevo escenario donde se montaba el pésimo show, el hotel Marriott Marquis, han continuado las protestas exigiendo la cancelación del acto.

«Las protestas seguirán hasta que la Cámara y los patrocinadores retiren esa idea absurda de que Bolsonaro y Mike Pompeo deben recibir honores”, dijo a la AFP Nadia Comani, del Comité para Defender la Democracia Brasileña en Nueva York.

Por su parte, el vocero del gobernante brasileño, Octavio Rego, declaró que «Frente a la resistencia y a los ataques deliberados del alcalde de Nueva York y la presión de grupos de intereses sobre las instituciones que organizan, patrocinan y acogen en sus instalaciones el evento anualmente, quedó caracterizada la ‘ideologización’ de la actividad».

Despachos de prensa señalan que no es la primera vez que Bolsonaro tiene que cancelar su participación en un evento debido a las protestas en su contra. Así ocurrió en marzo pasado cuando los estudiantes de una universidad privada en Sao Paulo amenazaron con lanzar una gran protesta si Jair llegaba hasta allí.

De igual forma, refieren los citados despachos noticiosos, Bolsonaro sigue perdiendo popularidad, con una agenda que afecta el sistema educacional brasileño, principalmente las universidades, así como una postura irracional en el tema del medio ambiente.

En abril, más de 600 científicos europeos firmaron una carta denunciando que el gobierno de Bolsonaro «amenaza los derechos de los indígenas y las zonas naturales que ellos protegen».

Respecto al otro personaje que iba a ser homenajeado por la Cámara de Comercio Brasil-Estados Unidos, en Nueva York, el señor Mike Pompeo, no vale la pena dedicar más líneas de este comentario, por cuando su abominable diplomacia lo hace inmerecido hasta con quienes le saludan.

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