Fuente de vida
28 de septiembre de 2017
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Decir que el agua es vida es una Verdad de Perogrullo, asunto que conocen desde los niños hasta los más ancianos y que nos lo recuerda el día a día, porque la necesitamos desde que nos levantamos hasta el mismo momento en que nos quedamos dormidos. Para muchos es tan cotidiana esta necesidad que no le damos la importancia que tiene para la subsistencia, para otros se convierte en un drama diario por obtener la necesaria para calmar la sed.
Mucho se habla de ella en estos tiempos, sobre todo por las sequías, las inundaciones y las amenazas del cambio climático. Incluso se dice que será el motivo de futuras guerras entre naciones.
Según cálculos de organismos internacionales nuestro planeta contiene más de mil millones de billones de litros de agua, pero poca se puede tomar, porque más del 97 por ciento es salada. Dos tercios del agua dulce está retenida en glaciares y capas de hielo polar. De lo que queda, la mayor parte está atrapada en el suelo o en acuíferos subterráneos.
Estos mismos organismos rinden informes anuales, donde se precisa que la escasez de agua afecta ya a todos los continentes. “Este fenómeno constituye uno de los principales desafíos del siglo XXI, al que se están enfrentando ya numerosas sociedades de todo el mundo. A lo largo del último siglo, el uso y consumo de agua creció a un ritmo dos veces superior al de la tasa de crecimiento de la población y, aunque no se puede hablar de escasez hídrica a nivel global, va en aumento el número de regiones con niveles crónicos de carencia del preciado líquido.
Hay suficiente agua potable en el planeta para abastecer a los miles de millones de personas que lo habitamos, pero ésta está distribuida de forma irregular, se desperdicia, está contaminada y se gestiona de forma insostenible.
Para algunas instituciones las predicciones son catastróficas. Por ejemplo, el Consejo Nacional de Inteligencia (NIC) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) considera que el 60 por ciento “de la población mundial tendrá problemas de abastecimiento de agua, dando lugar a la aparición de conflictos hídricos” Esta valoración aparece en el informe Tendencias mundiales 2030, nuevos mundos posibles.
Los lectores se preguntarán qué tienen que ver organismos de inteligencia, relacionados con guerras, acciones militares y todo tipo de conspiración política con el agua; y la respuesta es sencilla, por el camino que vamos la necesidad de tenerla provocará agresiones de unas naciones a otras.
La sabiduría indígena fue cuestionado hace años cuando en más de un evento internacional plantearon que el acceso a ella debía ser un Derecho Humano. Sin embargo, abrir la llave y ver correr el chorro de agua es para muchos una acción común y cotidiana, pero para millones de personas no lo es. Debe recordarse una vez más que agua es sinónimo de vida, sobre todo cuando conocemos que nuestro cuerpo está compuesto en un 70 por ciento por ella.
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