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Fechorías internas y externas

21 de noviembre de 2024

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Lo que está haciendo Joe Biden para llevar al mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial se puede enmarcar en el afán de complicar la tarea de su opositor Donald Trump cuando asuma el poder en enero venidero, como el de distraer la atención y evitar cualquier enjuiciamiento en su contra que pretende endosarle el colorado personaje por presuntos fraudes financieros.

Así, llega a multiplicar las amenazas de mayor violencia en el mundo por la principal potencia militar para distraer la atención popular de las fechorías internas, mientras perpetra las externas.

El senil, taimado e hipócrita de Biden es un pequeño ejemplo de como se hace común en Estados Unidos pasar por alto o minimizar el robo a altos niveles, lo cual fue constatado por AP  cuando informó de un acuerdo extrajudicial que “obligó” a diez grandes empresas financieras a pagar  1 400 millones de dólares para malamente compensar a inversionistas perjudicados por ellas.

Apunta AP que reguladores estatales han echado luz sobre lo que califican eufemísticamente “cultura de Wall Street”, en una investigación que descubrió que varios analistas engañaron a inversores al recomendar acciones destinadas a obtener buenos negocios para sus firmas por las empresas emisoras de las acciones.

Ahora se quiere perdonar todo por esa especie de multa, sin que los principales directivos -los culpables- sean llamados a contar.

Esto trae a la luz nuevamente el escándalo de las corporaciones norteamericanas en la época de la agresión de Estados Unidos a Iraq.

Ello indicó la realidad de que el poder estadounidense necesitaba urgentemente una cortina de humo que desviara la atención de los continuos escándalos financieros en que se vieron envueltos muchos consorcios, algunos con vínculos con la Casa Blanca.

 

EL COLMO DE LA PODREDUMBRE

En Estados Unidos se ha dejado tranquilamente que esperanzados millones de trabajadores y hasta amas de casa hayan perdido su dinero colocado en bonos de corporaciones que engañaron a una nación donde más del 50% de la población invierte al respecto.

Incluso, las autoridades norteamericanas llegaron a criticar que los medios dieran tanto espacio al escándalo financiero.

Según Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía,  algunos de esos robos superan el Producto Bruto Nacional de muchos países del Tercer Mundo juntos, amén de que decenas de miles de personas perdieron sus empleos.

Habría que parodiar la revelación de Shakespeare en la tragedia clásica Hamlet, cuando refería que “algo había podrido en Dinamarca”.

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