Fabricando una “crisis humanitaria”
18 de octubre de 2018
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La Administración Trump de Estados Unidos se ha dedicado en los últimos meses a difundir una supuesta situación de “crisis humanitaria” en Venezuela, como pretexto para ir adelantando la idea de una intervención militar directa contra la soberanía e independencia del país bolivariano utilizando como instrumento político de cobertura al llamado Grupo de Lima, surgido como consecuencia del fracaso intervencionista a partir de la OEA.
En el colmo de la hipocresía, el propio causante de las dificultades económicas que Venezuela enfrenta y lucha de manera denodada e inteligente por rebasar, habla de una “catástrofe humanitaria” y pretende hacer responsable al gobierno bolivariano de la situación otorgando el noble título de “refugiados” a los ciudadanos venezolanos que por esas mismas razones económicas pueden haber objetado por ir a residir temporalmente a otro país con la esperanza –generalmente fallida– de encontrar mejores condiciones de vida.
Como era de esperar, muchos de esos “refugiados” no han visto satisfechas sus aspiraciones y, lejos de ello, han sido víctimas de la xenofobia, la exclusión y la discriminación hasta llegar en ocasiones a la agresión física.
La farsa orquestada por Washington para hacer aparecer a los presuntos “refugiados” como perseguidos políticos también ha fracasado por lo burda e increíble, desmentida por los propios participantes en la aventura, que insisten en las motivaciones económicas de su emigración, muy lejos de cualquier otra causante ideológica, religiosa o racial.
Si bien con algunas posibles diferencias en una situación que más se asemeja a lo que ocurre en Centroamérica, en México o en la casi totalidad de Suramérica.
No obstante las presiones del gobierno imperialista de Estados Unidos, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados no le ha concedido tal condición a los emigrantes económicos venezolanos, a los que tratan de ser convertidos en rehenes de los planes intervencionistas contra Venezuela al amparo de una supuesta “crisis humanitaria”, fabricada en complicidad con los medios hegemónicos de comunicación.
La otra cara de la moneda –que esos mismos medios ocultan deliberadamente– en el Plan Vuelta a la Patria, puesto en práctica por el gobierno venezolano con sus propios recursos y que consiste en facilitar el retorno al país a los ciudadanos venezolanos que así lo deseen, por sentirse frustrados y abandonados en sus afanes de mejoría y empleo en otros países. Mediante el generoso Plan Vuelta a la Patria suman ya más de una decena de miles de venezolanos los que han regresado y siguen haciéndolo.
En este caso, como en muchos otros, el doble rasero del gobierno imperialista de Estados Unidos –llevado hasta el máximo por la Administración Trump– queda al desnudo: mientras aplica una cruel política ante inmigrante y los expulsa de su territorio sin contemplaciones, alienta la falsa ·crisis humanitaria” de Venezuela y alienta a sus ciudadanos a dar un salto al vacío hacia otras tierras y así fabricar un engañoso éxodo.
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