¿Está Trump contra las cuerdas?
3 de agosto de 2020
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No hay dudas, Donald Trump ya no parece tan confiado en reelegirse el próximo 3 de noviembre.
Pero faltan 90 días para la contienda electoral, si es que en un giro de última hora el magnate-presidente no logra lo que ya advirtió: la posibilidad de retrasar los comicios.
Varios infortunios del mandatario, provocados por su propia incapacidad para dirigir los destinos del país, lo han llevado a transitar por una especie de cuerda floja que lo sofoca y desespera. Pero no está totalmente vencido. Tiene en su poder un recurso que en la sociedad estadounidense es vital y los votantes son susceptibles a ello. Me refiero al dinero, ese papel convertido en dios que hasta puede cambiar la marea a favor o en contra de un aspirante a la silla en la Casa Blanca.
Me explico mejor: la reserva federal de Estados Unidos tiene el dinero suficiente como para, sin muchos protocolos, resolver, por orden presidencial, un cuantioso fondo para lo que pueda ser mejor, no para el pueblo, sino para quien quiere reenganchar como presidente.
Hoy en día —repito, en mi opinión— hay factores adversos a Trump. En primer lugar la pandemia de la COVID-19, pésimamente atendida por una administración que siempre ha priorizado el dinero por encima de la vida de los seres humanos.
La letal enfermedad ya ha provocado más de 4 millones 750 000 contagiados y 157 000 muertos en Estados Unidos y Trump sigue culpando a China por la pandemia, a la que llama «el virus chino».
Ahora se aferra en calificar las vacunas chinas y rusas contra la Covid-19, próximas a su consecución, como no confiables.
Y apuesta a la vacuna estadounidense o británica, y ha declarado que las comprará todas, una vez que salgan al mercado. Tiene dinero para ello y sabe el efecto mediático que provocaría en los electores.
No puede haber dudas, se trata de una decisión clave, muy mediática, para que la población se sienta «segura» de que la vacuna resolverá el problema, y se olvide de la irresponsabilidad presidencial que ha llevado al luto a cientos de miles de hogares de esa nación.
Y en este punto, quién puede dudar de que Trump, a última hora, de un giro de 360 grados y «convenza» a la población de que él o su sinónimo, el dinero decidido por él, evitarán que sigan los contagios y las muertes en esa nación.
Otro aspecto a tener en cuenta y que gira alrededor de la misma fórmula monetaria, es la recesión económica y el desempleo.
El mandatario pudiera pensar en las mismas «soluciones» económicas, con préstamos, financiamiento de empresas, ayudas a mediano plazo, y otros mecanismos del sistema que Trump sabe explotar muy bien, con un poder mediático que puede hasta «embobecer» a los votantes, que es lo que pretende el actual inquilino de la Casa Blanca.
En todo caso, aunque hasta hoy, las tiene casi todas en su contra, no olvidemos que son elecciones en Estados Unidos, donde el mecanismo —sea directo o por correo—, puede generar incertidumbres, en un país donde la historia recoge no pocos malos ejemplos de cómo se llega a ser presidente aunque tenga las pésimas cualidades de un Donald Trump que insiste en que él, solo, él, salvará los destinos del país…
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