Escalofríos en verano
4 de octubre de 2018
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Los argentinos comienzan el verano con escalofríos, no por bajas temperaturas, sino por el temor a que la ya crítica situación económica que vive el país se agudice, tal y como plantean especialistas locales.
Y es que el gobierno de Macri sigue con su plan de ajuste, exigido por los prestamistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que explica las nuevas y nefastas regulaciones que afectan, como siempre, a los más pobres.
Eso explica las cada vez más masivas marchas y protestas condenando al actual Ejecutivo. El poder adquisitivo de los salarios se redujo en 14,7 por ciento y este retroceso de la capacidad de compra fue el más pronunciado desde la crisis de 2002.
Pero si tal situación es mala, resultará peor en los próximos meses, ante el aumento de las tarifas que se vienen aplicando en el país. Los llamados tarifazos a los servicios básicos.
Estudios recientes anuncian que la inflación registrada en 2018 se ubicará por encima del 45 por ciento, considerada la más elevada en los últimos 30 años, lo que provocará a su vez un efecto regresivo sobre la distribución del ingreso.
Un documento dado a conocer por una institución especializada señala que “uno de los rubros que más impactó en la capacidad de compra de los segmentos vulnerables fue el de alimentos, que subieron 7,5 por ciento en septiembre, con avances superiores al 10 por ciento en aceites y cereales”.
El secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos, Hugo Yasky, declaró recientemente que la política económica del Gobierno no sólo no moderó el proceso inflacionario sino que lo fomentó.
Todo va cuesta abajo, como el conocido tango, ya que la pérdida del poder de compra de los asalariados y la aceleración inflacionaria, con picos que no se observaban desde los noventa, son algunos de los principales problemas que deberá enfrentar la población.
Expertos plantean que el país se dirige a “la destrucción del mercado interno por la vía de la licuación salarial y sin mercado interno serán miles los nuevos desempleados, ya que “se ha ingresado en una rueda viciosa y si no se sale a tiempo, la crisis económica y social será brutal”.
Entre los más afectados por las medidas antipopulares están los discapacitados, quienes iniciaron octubre con masivas marchas frente a los organismos que, encargados de atenderlos, son los que instrumentan las nuevas regulaciones que les afectan.
Un discapacitado, mostraba un cartel en una de las recientes manifestaciones donde clamaba: “No me quites la salud, la educación, la vida. Son mis derechos”, y denunciaba ante la prensa: ” Es un genocidio lo que están haciendo”.
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