ribbon

Entreguismo

15 de abril de 2019

|

 

Con pretextos baladíes, en los que se esgrimen irrazonablemente irrespeto y antipatía, el presidente Lenín Moreno dio un giro más hacia la derecha, al eliminar el estatus de asilo diplomático dado hace siete años al fundador de Wikileaks, Julian Assange, y facilitarle su aprehensión por la fuerza a las autoridades policiales británicas en la embajada ecuatoriana en Londres.

Así, Moreno, quien por estos días debe visitar Washington, complacía los deseos de Trump y otros elementos reaccionaros de la gobernanza estadounidense de poder extraditar y someter a juicio a Assange, quien podría sufrir la pena de cadena perpetua o muerte, por haber denunciado con hechos irrefutables los crímenes del imperialismo norteamericano contra los pueblos.

Pero quizás la principal razón de la actitud del mandatario ecuatoriano obedeciera a que Wikileaks habría filtrado recientemente documentos que probaban movimientos financieros espurios por Lenín, que tendría cuentas ilegales en Panamá, en los llamados INAPapers.

Sin embargo, las cosas son evidentemente más complejas. La entrega de Assange es una política de defensa de los intereses del imperialismo y sus crímenes, no puede ser reducido a la discusión local entre el ex presidente Rafael Correa y su ex aliado. Lenin Moreno se alinea con el giro a la derecha en la región, a la política de terminar con la formalidad de los enfrentamientos orales con Estados Unidos para alinearse de forma total e incondicional con el Imperio.

El Presidente de Ecuador, hoy preocupado porque el correismo está muy vivo en su país, pese a todas las dificultades que le ha impuesto, sabe muy bien las implicancias de la entrega de Assange.

El Reino Unido es un aliado clave de Estados Unidos en cuanto a política internacional, fue uno de los primeros seguidores de las invasiones de Iraq y Afganistán, sus intereses están hoy profundamente imbricados. Pero, además, el presidente Trump sostuvo abiertamente en el 2010 que Julián Assange debía ser ejecutado. Bill O’Reilly, vocero en la televisión del imperialismo estadounidense, hizo extensivos sus deseos de ejecución a todos los miembros de Wikileaks.

Si bien las filtraciones del portal en cuestión son múltiples y muy variadas, las más sensibles son las que pusieron en evidencia los crímenes de guerra de Estados Unidos en sus agresiones en del Medio Oriente. A través del sitio se han hecho algunas de las más grandes filtraciones de documentos secretos de la historia.

En el 2010 se hizo pública de forma coordenada con varios grandes diarios la filtración de casi 400 000 documentos del Pentágono sobre sus crímenes en Iraq. Allí, se hablaba de más de 60 000 civiles asesinados por las fuerzas aliadas encabezadas por Estados Unidos, del uso sistemático de la tortura hasta la muerte de la población civil por las fuerzas armadas iraquíes aliadas a las invasoras y múltiples denuncias de crímenes de igual envergadura.

Los “Diarios de la Guerra de Afganistán”, filtrados el mismo año, hicieron también conocer al público las múltiples atrocidades de las tropas del imperialismo en la zona. También hicieron público un video en el que un helicóptero Apache disparaba sobre un reportero de la agencia Reuters y varias personas desarmadas más. La agencia había pedido al Estado norteamericano tener el registro del asesinato, el aparato militar había negado su existencia hasta que Wikileaks lo filtró.

Se podría escribir interminablemente de las muy numerosas puestas a la luz pública de los crímenes y vejaciones del imperialismo que fueron puestas en evidencia por el portal de Assange, el hombre que Lenín Moreno acaba de entregar a la policía británica, y que dará mucho más que comentar.

Comentarios