ribbon

Enseñanzas de Ecuador

6 de abril de 2017

|

 

El reciente triunfo electoral de Lenín Moreno como candidato presidencial de Alianza País en los comicios ecuatorianos –como todo acontecimiento político relevante– brinda siempre enseñanzas y experiencias acumuladas que bien analizadas e interpretadas, pueden convertirse en valiosas para futuras confrontaciones.

En este caso, Alianza País contaba con el aval de los diez años de gobierno de la Revolución Ciudadana encabezada por el presidente Rafael Correa; la labor del propio  Lenín Moreno como vicepresidente en ese primer mandato; la aplastante victoria por un millón de votos de diferencia en la primera vuelta electoral; la mayoría parlamentaria obtenida por Alianza País una vez más y el triunfo también obtenido en el plebiscito popular para impedir que los políticos ecuatorianos depositen sus dineros, generalmente mal habidos, en los paraísos fiscales extranjeros.

La derecha neoliberal, sin embargo, jugaba también cartas nada despreciables y suponía acumular la totalidad de los votos de los candidatos derrotados en primera vuelta que, matemáticamente contados, podrían superar a los sufragios alcanzados por Lenín Moreno en la vuelta inicial. A todo ello se sumó una orquestada y millonaria campaña de mentiras y calumnias por parte de los grandes medios de comunicación del país –todos enemigos de la Revolución Ciudadana–, que imaginaron la posibilidad de culminar así las incesantes campañas contra Correa a lo largo de una década.

En un contexto latinoamericano y caribeño donde otros gobiernos progresistas de signo más o menos parecido al de Alianza País habían concluido sus mandatos de una u otra forma, el escenario parecía propicio a la derecha local y sus referentes imperialistas para dar una especie de “golpe de gracia”.

La coyuntura, por tanto, otorgó a esta elección presidencial ecuatoriana una importancia que desbordaba las fronteras puramente nacionales, convirtiéndola en prueba de fuego decisiva para una inflexión notoria en el continente contra la derecha neoliberal, sumándose a la victoria sandinista en Nicaragua, cuidadosamente ocultada por los grandes medios.

Tras el triunfo de Lenín Moreno, limpio y transparente tal como verifican el Consejo Nacional Electoral y las diferentes reuniones de observadores extranjeros, el derrotado banquero Guillermo Lasso incita ahora a impugnaciones condenadas al fracaso e invoca supuestos fraudes, según plan que ya tenían elaborado al respecto desde la campaña electoral cuando amenazaron irresponsablemente con la violencia en caso de ser derrotados.

Obviamente que en política no hay recetas ni hay dos casos exactamente iguales, aunque puedan tener ciertas semejanzas circunstanciales derivadas siempre de la existencia de las clases sociales y la omnipresencia imperialista, que busca mantener o recuperar sus dominios.

En cuanto a Ecuador, vale la pena observar la forma inteligente, serena pero a la vez audaz y valiente en que Alianza País enfrentó y venció a un adversario envalentonado y sin escrúpulos, aplastándolo con más de cinco millones de votos.

Comentarios