El “retiro” de los falsos retirados
29 de junio de 2020
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El gobierno de Donald Trump vuelve por sus fueros en Afganistán, al proponer nuevas conversaciones para llegar a un acuerdo de paz con los talibanes, luego del fracaso de otro en el que Estados Unidos incumplió con su promesa de comenzar el retiro desus tropas y, por el contrario,fortaleció su armamento allí, contrató nuevos mercenarios y facilitó la llegada de 3 000 integrantes del Estado Islámico –al que ayudó a crear- para que luchara contra su enemigo Talibán.
Lo cierto es que la situación se ha vuelto tan inestable en lo que respecta al comercio de las drogas allí (Afganistán es el principalproductor de heroína en el mundo) que a la Casa Blanca no le “cuadra” perder tanlucrativo negocio, construido con lavida de miles de afganos,sus propios soldados -muchos dedicados al cuidado de los cultivos- y lade losaliadosque le han ayudado en la infame –otra más- tarea.
No tengo a mano la situación en quese encuentraallí la situación de la pandemia de la COVID-19, pero si es alta la culpa de las tropas extranjeras en el aumento de los cultivos de drogas en ese país centroasiático.
Lo cierto es que los países ocupantes, con el pretexto de ayudar a Afganistán, han apoyado el cultivo de drogas, lo cual resulta en un aumento de la inseguridad.
No hay ni una información de una sola operación de tropas extranjeras contra la mafia de la droga en Afganistán, y sólo el año pasado el cultivo de drogas se elevó un 7%.
Si el 10% por ciento de lo que cuesta la guerra en Afganistán se dedicara a combatir los cultivos de amapola (de la que se extrae el opio y se logra la producción de la heroína) el tráfico de drogas se podría controlar.
PERO…
Estados unidos vive de las drogas y los saqueos a los países que invade. El imperialismo es quien las domina en el planeta. donde quita y pone a los narcotraficantes según le convenga.
Y algo más de lo que no se habla y escribe mucho: EE.UU. hace crecer las plantaciones, porque abastecen así a los soldados de la OTAN, y esto no es una exageración.
Asimismo, es necesaria una alta producción para abastecer los mercados de Europa y Estados Unidos, distribuirlasprincipalmente entre negros y latinos y recaudar legalmente para sus presupuestos de guerra y subversión en el mundo entero.
Las drogas son una de las banderas del imperialismo para justificar las agresiones. No sólo hay que ver lo que sucede en Afganistán. Miren a Colombia, donde dedica miles de millones de dólares para supuestamente luchar contra ellas.
Pero allí, en vez de menguar, se duplican, desestabilizando a los países vecinos y, al estilo de lo que se hace en el Medio Oriente, lo mezcla con el terrorismo.
Este es el legado del Imperio a los pueblos que utiliza para sus guerras sucias.
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