El país “Guaidó”
25 de abril de 2019
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Es frustrante conocer que la política internacional de la primera potencia mundial, Estados Unidos, tenga como pilares la mentira, las sanciones, las amenazas y hasta el robo.
Así se pone de manifiesto cada día, a cada hora, en el actuar de la administración Trump respecto a América Latina.
Se han propuesto –de a cómo sea– echar abajo la Revolución Bolivariana de Venezuela y hasta un diputado payaso han tratado de convertir en eslabón clave contra el presidente Maduro.
Juan Guaidó, que debe saberse lo poco o nada que es en este juego político al que se ha prestado, primero se autoproclamó presidente, al más burdo estilo del oeste estadounidense.
Luego ha usado la agenda ordenada desde Washington y se ha ofrecido para toda fechoría de las fabricadas por los Mike Pompeo, John Bolton y Marcos Rubio.
Ahora, como última «hazaña» hasta pretende convertirse en el “Guaidó país” nombrando embajadores de él, empresarios de él, como si se tratara de un mundo sin reglas y sin leyes.
Cumpliendo un guion escrito desde Washington y con el patrocinio de lo más reaccionado de las administraciones sudamericanas, ha convocado para este 27 de abril, en Colombia, a los ¿embajadores? del país Guaidó para montar un nuevo show en la zona fronteriza con Venezuela con la carnada de “ayuda humanitaria”.
No solo desconoce al gobierno legítimo de Nicolás Maduro, sino que reta a instituciones como la Cruz Roja Internacional, a la que quieren involucrar en semejante tarea.
Por cierto, la Venezuela de verdad, la que tiene un presidente legítimo que se llama Nicolás Maduro, ha coordinado como debe ser, con la propia Cruz Roja la llegada a Caracas de alimentos, medicamentos y otros insumos donados por la propia institución o por países amigos como China, Rusia y otros.
En la nueva provocación de este sábado en la frontera colombo-venezolana, un papel importante lo juega el gobierno de Ivan Duque y su canciller Carlos Holmes hasta ha llegado a declarar que “tendrá el honor de dejar inaugurada la reunión de los embajadores de Guaidó”.
Se trata, no hay dudas, de un canciller que pisotea las reglas de la diplomacia y de la ética que deben tener los funcionarios públicos, principalmente los que ostentan semejante cargo.
Los grandes medios de comunicación, los mismos que se han prestado para divulgar las más burdas mentiras con Venezuela, los que pretender dar el “palo periodístico” con la caída de Maduro y se han quedado con los deseos, ya avivan nuevas llamas de la confrontación. Unos y otros saben que tras tres meses de haberse autoproclamado “presidente”, el personaje de marras no ha pasado de ser un “corre ve y dile lleva y trae” al servicio de la administración Trump.
Este mismo sábado 27 de abril, los venezolanos tendrán un día festivo para celebrar la salida del país bolivariano de la OEA, esa institución anti latinoamericana, punta de lanza de imperio en su labor contra los pueblos de la región.
La propia Colombia y a decir de su canciller, será anfitriona en junio próximo de la 49 Asamblea General de la OEA. Me imagino el cónclave, dirigido por Luis Almagro, tratando de echar más leña al fuego en su afán desesperado por derrumbar la Revolución Bolivariana, y cumpliendo las encomiendas de los Trump, Pompeo, Bolton y Marcos Rubio.
También me imagino –o mejor dicho estoy seguro– que volverán a salir derrotados los impulsores y ejecutores de esta política de hostilidad, sabotajes, provocaciones, sanciones y demás medidas contra el pueblo bolivariano.
El “país Guaidó” no pasa de ser una vulgar fantasía del personaje y de quienes lo usan en esta cruzada anti-latinoamericana.
Comentarios
El circo continuará, los golpes de estados blancos se han dado en casi toda latinoamérica, pero en Venezuela con un pueblo conciente no pueden realizar su golpe blanco, así que pusieron un payaso que solicita la intervención militar de un país extranjero a su patria, es lisa y llanamente un traidor al servicio se de sus amos. Uno más de de sus serviles en nuestro país es el Piraña, pretendiendo dar clases de democracia y mintiendo y robando salió electo por segunda vez en mi país. La diferencia de chile con Venezuela, que la conciencia de clase en chile está dormida por los sedantes que les dio la concertación (actual nueva mayoría), compuesto en su mayoría por Socialistas renovados y un PC que solo busca cupos políticos dentro del poder Burgués