El muro de la dignidad
17 de febrero de 2014
|Decidí comentar algunas líneas a propósito de los últimos acontecimientos en Venezuela, donde grupos fascistas tratan de desestabilizar al país.
Quienes pagan a esas turbas, aprovechándo a esa prensa reaccionaria que existe en el país, expresan abiertamente que llegarán hasta el fin, hasta tumbar al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
La mal calificada “libertad de prensa”, una vez más aparece en el horizonte con micrófono abierto para quienes llaman al desorden, al asalto de instituciones, a la quema de vehículos, al asesinato de personas.
Lamentablemente la sangre de algunas personas corre por las calles tras las acciones de estos agresores que pagados como verdaderos mercenarios no ponen reparo para atentar contra sus propios conciudadanos.
El Gobierno bolivariano, ha respondido a las agresiones con firmeza y sin dejarse provocar; con acciones establecidas por la Constitución y consciente de que la paz en Venezuela es un problema de todos y todos deben estar involucrados en su preservación.
Un verdadero e imbatible muro de la dignidad se convierte una vez más en la bandera levantada por un gobienro electo por el pueblo y que se siente dueño de sus destintos, luego que el comandante Hugo Chávez emprediera el camino iniciado por Bolívar.
Tras la muerte de Chávez y a propuesta de él cuando ya se sintió muy enfermo, Nicolás Maduro se presentó a las elecciones presidenciales que ganó con amplia ventaja, mientras la derecha violenta y pro imperialista, pataleó una y otra vez, pero el pueblo no la siguió ni la seguirá jamás.
Como la reacción fascista usó en esta oportunidad a los jóvenes estudiantes en su plan desestabilizador, acudí a documentos públicos donde se enumeran algunos logros de la Revolución Bolivariana en el área social en sus primeros trece años.
Me referiré al sector de la educación, por ser al que ahora han apuntado los fascistas con sus violentas acciones.
En esta área, por ejemplo, 1 722 677 venezolanos fueron alfabetizados gracias a la Misión Robinson, lo que hace al país como territorio libre de analfabetismo, algo impensable durante la IV República.
Solo en el 2012, se crearon cinco nuevas Universidades Politécnicas Territoriales, en los estados de Monagas, Portuguesa, Sucre y Mérida, sumando once de estos centros en todo el territorio nacional.
En trece años la Revolución Bolivariana logró incrementar un 24,2% la población estudiantil en edad escolar y la universitaria en un 220% respecto a 1998.
Por todo ello resulta más doloroso observar cómo la derecha reaccionaria venezolana y quienes la financian desde Estados Unidos, han apostado a esa juventud universitaria para motivar disturbios y crear un clima de insatisfacción que provoque estallidos sociales.
Otros logros en el área social se constatan con el hecho de que la subnutrición se haya disminuido del 21 al 3 %.
La pobreza general bajó de 43,9% en 1998 a un 26,7% en el 2011; mientras la pobreza extrema se redujo del 10 al 7%.
En salud, los logros son tantos que resultan difíciles de enumerar. Las consultas médicas gratuitas y de calidad de las decenas de miles de médicos que forman parte de la Misión Barrio Adentro, han curado, mejorado la salud o salvado la vida a miles y miles de venezolanos, principalmente de las zonas más humildes e intrincadas del país.
Otras grandes misiones sociales como Amor Mayor e Hijos de Venezuela, han encausado a pobladores adultos, niños, mujeres embarazadas y personas con discapacidad, que hoy reciben todo tipo de atención y se les garantiza su inserción social y laboral.
La obra de la Revolución Bolivariana es tan grande que instituciones internacionales dan crédito de ella y la ponen como ejemplo de cómo priorizar al ser humano, a su educación, su salud, su alimentación.
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