El imprevisto retorno de Aznar
29 de mayo de 2013
|La sociedad española, de por sí convulsa y viviendo en los años recientes y actuales sus momentos de mayor crisis y más agravadas tensiones de todo tipo, -en medio de la debacle europea y sin salida visible o previsible,- ha recibido otro impacto desconcertante y demoledor, explicable sólo por las antes mencionadas condiciones de crisis, la desesperación generalizada y el oportunismo de algunos políticos sin escrúpulos que aún piensan pescar en río revuelto.
Se trata, en este caso, del anuncio que ha hecho José María Aznar insinuando sin mucho rodeo que retornaría a la política española puesto que estaba dispuesto, -según afirmó textualmente y sin sonrojo,- a cumplir “con mi responsabilidad, con mi conciencia, con mi partido y con mi país con todas las consecuencias”. Así, tal como suena.
Las afirmaciones del camaleónico, Aznar, uno de los políticos más repudiados y desprestigiados del país, causaron el natural revuelo y también sorpresa. Evidentemente, el genocida de las Azores, -acompañante de Bush hijo y Blair en la sangrienta aventura iraquí que aún prolonga sus consecuencias, -cree llegado el momento de valerse de la difícil situación española actual de crisis extendida para intentar regresar al juego, de donde tuvo que salir en 2004 cuando fue derrotado al ser sorprendido en mentira flagrante.
Ahora Aznar, un individuo que desde hace tiempo perdió el más mínimo sentido de la lealtad y la ética, se gira contra su propio partido PP y su dirigencia actual, acusándole veladamente, señalándola como inepta, por carecer de “objetivos históricos” y un “proyecto político claro”, a la vez que aboga por una reforma fiscal y una reducción de impuestos a los que más tienen, que son siempre sus beneficiarios.
Dentro de su propia tienda política no han faltado ya quienes expresaron su disgusto por el inicio poco disimulado de la campaña de Aznar, que involucra con críticas al gobierno dirigido por su propio partido PP, en un desesperado afán de protagonismo, aventurerismo y ambición. El presidente Mariano Rajoy permanece en silencio.
Por otra parte, puede decirse que todas las formaciones políticas españolas, desde los socialistas hasta los nacionalistas catalanes, incluida la Izquierda Unida, han expresado su repudio ante la posibilidad de que “el caballerito” se introduzca nuevamente de alguna manera dentro de la escena política española, de donde fue expulsado con la esperanza de un nunca regreso.
Hay intereses, no obstante, que pudiera contemplar con satisfacción este reacercamiento, como son algunos grandes empresarios y banqueros. Hoy acogotados y nerviosos, necesitados de un servidor incondicional sin escrúpulos; también los sectores más reaccionarios y ultraderechistas de Estados Unidos y en particular dentro del Partido Republicano; por supuesto, sus socios y apoyo dentro de la mafia terrorista cubanoamericana radicada en Miami, con la que siempre ha compartido planes y beneficios.
De todos modos, en España se ha encendido la luz de alerta mientras la sorpresa, la indignación y el temor son generalizados y surgen las inevitable preguntas; ?quiénes lo impulsan?, ¿quiénes lo financian?, ¿a quién beneficiaría su retorno?
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