El holocausto de Netanyahu
28 de febrero de 2023
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Por mucho que se reiteren siempre parecerán recién salidas de los antros del horror las páginas escalofriantes y conmovedoras del holocausto cometido por el régimen nazi hitleriano contra la comunidad judía de los países europeos -exterminados en campos de concentración y cámara de gas- en medio de la Segunda Guerra Mundial y en lo que se conoce por la historia como “el holocausto del pueblo judío”.
Siglos pasarán y nada podrá borrar de la memoria aquellas jornadas de angustia y crimen que la humanidad creyó idas para siempre: que más nunca sería necesario alertar y denunciar semejantes fechorías como consecuencia de las más delirantes e irracionales teorías racistas y discriminatorias, albergadas entonces por un sistema de explotación y saqueo que tenía como punto de partida -en ambos bandos- al capitalismo salvaje y su búsqueda hegemónica.
Inimaginable hubiera sido suponer en aquellos tiempos que casi 80 años después y amparando las apetencias imperialistas en tergiversados derechos, volverían a repetirse las tenebrosas escenas del holocausto, pero esta vez a cargo de un autotitulado “estado judío”, actuando con los mismos métodos nazis del terrorismo de Estado y exacerbados por los procedimientos del régimen de Netanyahu, cada vez que éste ha llegado al gobierno de Tel Aviv.
Repitiendo el viejo y gastado truco de que está respondiendo a “las agresiones palestinas”, el nuevo holocausto de Netanyahu se enciende en aquellos territorios usurpados y al menos hasta ahora nada ni nadie se siente capaz de impedirlo.
Quizás pudiera intentarlo, como son las Naciones Unidas, se haya maniatada por sus propias estructuras internas ancestrales, compromisos posteriores y cálculos geopolíticos, como tampoco lo hacen quienes temen a las represalias del gobierno imperialista de Estados Unidos, máximo protector y garante de las agresiones del estado sionista-terrorista.
En el colmo del cinismo, el doble rasero, la falsedad y el engaño, la diplomacia imperial estadounidense -carente de autoridad moral y de principios- pretende condenar hipócritamente a otros y acusarlos de “terrorismo”, mientras actúa como cómplice y padrino del estado sionista, lo alienta, lo retribuye y lo utiliza como peón de sus rejuegos planetarios más sucios.
¡Pocas veces en la historia se han visto conjuntamente y tan evidentes a semejantes fechorías con la intención perversa de hacer mirar hacia otras partes y encubrir así al Terrorismo de Estado!
Con ocho décadas de diferencia, Netanyahu reedita el holocausto y Washington lo apoya ciegamente, sin siquiera recordar ninguna de las posibles soluciones que están sobre la mesa desde hace varios años y ya han perdido prácticamente todo terreno de maniobra.
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