El hecho más que el dicho
6 de abril de 2018
|
Martín Vizcarra sustituyó a su ex jefe y coequipero de equipo gobernante Pedro Pablo Kuczynski, y en pocas horas hizo más que el llamado PPK en año y medio de gobernanza, que debería haber terminado en el 2021, si no fuera por escándalos de corrupción y soborno a los que acudió para mantenerse en el poder.
Ahora Martín hizo rápidas visitas a lugares de atención pública a los que nunca había acudido PPK, y prometió ayuda a los más necesitados y a las abandonadas víctimas de desastres naturales, principalmente en Piura.
Eso dejó un buen sabor en la boca y un aire de optimismo algo peligroso en un individuo que hasta hace muy poco compartía responsabilidades con el depuesto PPK y alentado programas que nada alentaba su Partido Por el Kambio.
Cierto que escogió a un primer ministro, César Villanueva, para dirigir a un gabinete en el que n se han detectado casos de corrupción, aunque el propi Vizcarra tuvo hace algún tiempo una implicación en un hecho algo dudoso, pero que fue sobreseído en poco tiempo, para luego viajar a desempeñare el cargo de embajador en Canadá.
Por lo pronto, el presidente entrante ha avalado la decisión imperial ejecutada por PPK de no invitar a su colega de Venezuela, Nicolás Maduro, a la Cumbre de las Américas, que se celebrará el 13 y 14 de este mes en Lima, contando, por supuesto, con el apoyo de la Organización de Estados Americanos y una prensa que desbarra diariamente contra Maduro y la convocatoria a elecciones generales en las que argumenta que la oposición no tiene garantías, soslayando la guerra económica desatada por la oligarquía nacional y las medidas de castigo contra el pueblo venezolano auspiciadas por Estados Unidos.
Cierto que el mandatario ha conformado un gabinete en el que su premier César Villanueva y el resto de los ministros no tienen antecedentes de corrupción conocidos, pero se dice que está permeado por el fujimorismo, principalmente en las delicadas cuestiones económicas.
Lo cierto es que el actual mandatario debe cumplir su mandato en el 2021, se ha negado hasta el momento a convocar elecciones anticipadas como quieren algunos elementos de centro e izquierda, pero la verdad que, si se convoca ahora, los pretendientes a cualquier puesto no gozan de la aceptación del pueblo. Específicamente, el 80% de la población tiene muy mala opinión del legislativo.
E independientemente de que es de derecha, porque de izquierda no lo es, Martín Vizcarra tiene la oportunidad de construir un limpio panorama político, del que tanto está necesitado Perú.
Quizás sea pedirle peras al olmo pero Vizcarra tiene esa oportunidad en un largo recorrido de 40 meses de gobierno, en los que los gestos y mensajes se pueden diluir con más rapidez de la que aparecieron.
Si hoy goza de un período de gracia de la oposición y la opinión pública, el tiempo es corto. Requiere tejer coaliciones políticas y sociales que le den sustento, para lo que requiere visión y destreza política, para saber con quiénes, para qué y de qué manera construirlas.
El no dejarse atrapar en compromisos políticos, que siempre endeudan y limitan, no dejarse influir por decisiones que vengan del trastornado Imperio, aunque sea de derecha, subrayo, es lo que hará a su gobierno distinto y distante del que encabezó PPK.
Comentarios
