El Esequibo y la guerra contra Venezuela
9 de septiembre de 2019
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En caso de guerra —y Venezuela la sufre— los enemigos y sus cómplices de casa, utilizan todo lo que tengan a su alcance para beneficio propio.
Ahora, contra la República Bolivariana, asediada por mercenarios desde la vecina Colombia, asfixiada por las sanciones de Estados Unidos, desde donde también se financian a los grupos internos que se prestan para la desestabilización del país, se agrega el tema de la región del Esequibo, en disputa con Guyana y sobre el cual existe una controversia que se dirime en el marco del Acuerdo de Ginebra de 1966.
En franco desafío a la ley —nacional e internacional— el opositor Juan Guaidó, que se autoproclamó presidente sin que nadie lo eligiera, se propone, como presidente de una Asamblea Nacional en desacato, entregar la región del Esequibo a empresas transnacionales, estadounidenses por supuesto, para que exploten los yacimientos petrolíferos existentes en esos mares.
Guaidó, actualmente bajo investigación por sus continuadas acciones terroristas y desestabilizadoras contra el gobierno legítimo del gobernante Nicolás Maduro, agrega con esta pretensión, mantener la tensión en el país y obtener un mayor apoyo de sus amos del gobierno de Estados Unidos.
Antes, con el auspicio de Trump, los activos de la petrolera nacional PDVSA, en bancos y empresas radicadas en territorio estadounidense, fueron vulgarmente robados y muchos de ellos traspasados al impostor Guaidó.
El gobierno bolivariano denunció la acción en la que se proponen entregar el Esequibo a la Exxon Mobil y otras empresas trasnacionales, negando los legítimos derechos que tiene Venezuela sobre ese territorio.
La citada denuncia refiere que la organización criminal que encabeza Juan Guaidó había iniciado acciones concretas para apropiarse ilícitamente de los activos venezolanos, los recursos financieros, del oro, de la deuda, para enriquecerse y servir a intereses trasnacionales.
Las tensiones por el Esequibo comenzaron en 1899, cuando Venezuela fue despojada de 160.000 kilómetros cuadrados de territorio, a través de lo que el Gobierno denomina como el «Laudo arbitral de París”, a favor del Reino Unido.
Desde 1966, Venezuela y Guyana han intentado resolver esta disputa a través de un proceso de negociación liderado por los «buenos oficios» de la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas, luego de que Caracas firmó junto a Reino Unido el acuerdo de Ginebra.
En julio pasado, el Gobierno venezolano calificó de estafa la decisión de un tribunal de Estados Unidos que autorizó a la minera canadiense Crystallex a hacerse de las acciones de la red venezolana de refinerías Citgo para cobrar una deuda de 1 400 millones de dólares.
La región del Esequibo, con una extensión de 159 542 kilómetros cuadrados, comprende desde el oeste del río Esequibo hasta la cima del monte Roraima.
Venezuela reclama el territorio, al que considera «Zona En Reclamación, sujeto al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966».
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