Ejemplos lamentables
20 de agosto de 2018
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En un parque cercano a la Universidad de Yale, Estados Unidos, más de 70 personas sufrieron entre martes y miércoles de esta semana, de una sobredosis de drogas que las llevó a ser atendidas de urgencia en centros hospitalarios cercanos.
Parece una simple noticia proveniente de un país saturado de hechos que ocupan una buena parte de los grandes medios. En primer orden, aparecen las informaciones vinculadas con el presidente Donald Trump, sus diatribas contra los periodistas o contra deportistas; sus ofensas a Jefes de Estado; su arrogancia expresada en las decenas de tuits que salen de su móvil, entre otros.
Pero esta vez el uso y los efectos negativos de las drogas, pusieron sobre el tapete un fenómeno que va más allá del hecho de que unas decenas de seres humanos cayeran al suelo afectados por el consumo de K2, una marihuana sintética también conocida como Spice.
Resulta que esta misma semana se divulgó un informe de los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, (CDC) en el que se asegura que 72 287 estadounidenses murieron por sobredosis en 2017, la cifra más alta registrada hasta ahora, un incremento del 10% en relación con el año precedente.
Según el diario español El País, la marihuana sintética K2 es un narcótico que puede ser mortal. Es tan peligrosa porque utiliza varios químicos que mimetizan los efectos de la marihuana real, pero con mucha más potencia. Si la mezcla se hace mal, la toxicidad se dispara. Las víctimas parecen zombis, por la forma como caminan sin dirección y con la mirada perdida.
Otra droga de mucho consumo en Estados Unidos es el fentanilo, un opiáceo 50 veces más potente que la heroína.
De acuerdo con fuentes médicas, la suma total de las muertes por sobredosis equivale a una persona fallecida cada ocho minutos. Por su parte, las autoridades estadounidenses reconocen que las drogas, en especial el fentanilo, son ahora más letales en ese país que el VIH, los accidentes de tráfico y las armas de fuego.
El tema de las drogas, no solo presente en la sociedad norteamericana, se ha convertido en un verdadero cáncer que aterra a familias completas, preocupadas por la ramificación de este vicio entre adolescentes y jóvenes pues se expenden libremente en centros de supuesta recreación.
Detrás del fenómeno está, no solo la producción y el tráfico que puede ser de otros países, sino y primordialmente el dios dinero capaz de comprar, vender y estimular su uso a cualquier precio.
Además de dañar la salud y hasta provocar la muerte, la droga tiene en Estados Unidos el mayor consumidor a nivel mundial y para lograrlo hay enormes redes de narcotraficantes que vulneran fronteras y forman bandas armadas capaces de desestabilizar a un país completo.
Ejemplos los hay, lamentablemente.
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