EE.UU.: grave presagio de violencia y crimen
13 de octubre de 2020
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La captura de una banda fascista de extrema derecha –abiertamente simpatizante del candidato Donald Trump– que pretendía y organizaba el secuestro de la gobernadora de Michigan y otros actos violentos previos a las elecciones presidenciales de Noviembre 3 ha puesto en evidencia en toda su gravedad el ambiente de violencia y coerción con que los seguidores del actual mandatario impregnan la atmósfera nacional previo a los citados comicios, con presagios imprevisibles.
No pocos observadores estadounidenses y foráneos califican la peligrosa polarización y atmósfera que se ha ido creando en el seno del país imperial como comparable a la situación que precedió a la Guerra Civil de mediados del siglo XIX y cuyas consecuencias aun se perciben y explican en cierta medida los acontecimientos actuales.
En esta ocasión, es indudable que la llegada a la Casa Blanca del régimen de Trump, con sus características de supremacismo blanco, racismo recalcitrante, xenofobia, misoginia y tendencia a imponer mediante la violencia todas estas aberraciones, ha sido el elemento decisivo para desatarlas y llevarlas al primer plano de la sociedad estadounidense de manera sangrienta.
Las agresivas corrientes fascistas alentadas por Trump se ven acompañadas por el creciente tráfico y comercio de armamentos de todo tipo, sin ley que los regule o limite, lo cual agrava la situación y la convierte en incontrolable.
Si nada cambia, el llamado “Coloso del Norte” va dirigiéndose rápidamente hacia una situación de ingobernabilidad, violencia y crimen de la cual forman parte los frecuentes tiroteos y masacres en lugares públicos, escuelas, universidades y cafeterías, donde ya nadie puede sentirse seguro.
No es un secreto la gravedad que esto implica, no solo para Estados Unidos sino para la humanidad en su conjunto, pues el país imperial tiene presencia –de un modo u otro– en buena parte restante del planeta y los acontecimientos que ocurran en su interior se reflejarán necesariamente en otras latitudes.
Señalemos como ejemplo extremo pero posible que el estallido de una guerra civil en este país tan agresivo y poseedor de nutrido armamento nuclear, tanto en su territorio como depositado en el exterior, constituiría para la humanidad un peligro de tales dimensiones comparable a un conflicto internacional generalizado.
A medida que se acerca la fecha electoral y aún después, la situación de Estados Unidos debe ser observada cuidadosamente por los peligros que entraña su desarrollo, en especial mientras sea conducida por un régimen como el de Trump, que es una camarilla irresponsable, fanática y aventurera .capaz de todo, jugando con los destinos de su propio país y del mundo.
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