Doble moral o ninguna moral
15 de abril de 2024
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El gobierno de Estados Unidos, que ha vetado proyectos de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU para alcanzar un cese al fuego en Gaza y que ha apoyado abiertamente a Israel para que no se le acuse en la Corte Internacional de Justicia, ahora tampoco permite —como dueño y señor de este mundo— que Palestina pertenezca a la ONU, como país miembro con todos sus derechos y deberes.
Palestina solicitó que la ONU considere su petición para entrar como Estado miembro de pleno derecho en la organización, donde desde 2012 tiene estatus de Estado observador, precisó un despacho de la agencia EFE.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos, con su típico lenguaje inmoral o de doble moral, dice que está a favor del establecimiento de un estado palestino, pero rechaza que tal proceso se decida en la ONU.
«Eso es algo que debería hacerse mediante negociaciones directas entre las partes, algo que estamos procurando hacer en este momento, y no en Naciones Unidas», ha indicado el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, en rueda de prensa.
Muy sencillo: es Estados Unidos y no la ONU, quien debe decidir cuándo, de qué forma y bajo qué condiciones puede ingresar Palestina a la organización mundial, mientras tanto el pueblo seguirá pagando un alto precio en vidas y destrucción. Poco importa a Netanyahu y a Biden, cuántos niños, mujeres y ancianos palestinos mueran en lo adelante, mientras se siguen convocando reuniones, consejos, cumbres y otros convites, en los que, desgraciadamente, se permita que una sola mano alzada —la estadounidense— tenga mayor poder de decisión que las manos que levantan las mayorías, sean una decena en el Consejo de Seguridad o más de 150 en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Para que nadie tenga dudas, el secretario de Estado, Antony Blinken, reconoce «haber participado de forma activa para que Israel obtenga garantías de seguridad». Pero ni una palabra respecto a la vida de la población palestina, sometida al más terrible genocidio.
¿Y la seguridad palestina quién la garantiza?
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