¿Decrépito? ¡No! Inmoral
21 de noviembre de 2022
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Indolente e incapaz de sentir el menor asomo de interés por el ser humano, el multimillonario Joseph Borrell, desde su puesto como representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, pidió desvergonzadamente a los países sancionados por la organización sumisa al imperialismo norteamericano que no cometan el error de responder a tal agresión.
No solo fuentes progresistas, sino otras que no lo son, se sorprendieron ante la desfachatez de un canciller que lo llamaríamos de la indignidad, ante la petición hecha específicamente a Rusia, China e Irán, poco después que Teherán respondiera a tales sanciones con medidas restrictivas a los eurodiputados en respuesta a la agresión en tal sentido del bloque comunitario.
El analista español José Antonio Ejido opina que las declaraciones de Borrell revelan su postura colonial e imperialista en coordinación con Estados Unidos, algo dicho en forma respetuosa en comparación con las verdades expresadas por líderes revolucionaros, como el responsable de la Asamblea Nacional venezolana, DIosdado Cabello, quien lo calificó de arrastrado del imperialismo norteamericano.
Si a veces hemos denostado con razón contra Aznar, Vargas Llosa y otros tarifados de la inteligencia estadounidense, Borrell es quizás una de las bazas más infames que desprestigian al gobernante Partido Socialista Obrero de España.
O sea, Borrell, que no es ni socialista ni obrero, afirma que es un error responder a las sanciones, sin importarle que las medidas europeas alentadas por Washington representan penurias de todo tipo para los pueblos de las naciones a las que se les aplica.
Así, Borrell hace del odio una cultura oficial de los gobiernos a los que representa, abierta u ocultamente, un modo de hacer que ayuda a la confrontación militar, aunque se dice hombre de paz.
Lamentablemente, hay que tener en cuenta las declaraciones de este personaje, calificado por sus detractores de tarado fascista, que desvirtúa la honorabilidad de una ancianidad que demuestra criterio y sentido del valor y de la ética.
INAMOVIBLE
Pero Borrell sigue inamovible en su puesto de canciller de una UE que aprueba y respalda las fechorías de Estados Unidos en diversas partes del mundo.
De lo más reciente: hizo lobby contra Rusia en Argentina, tras lo cual, de regreso a casa, sin considerar las protestas populares contra el alto costo de la vida, fue un factor fundamental para que la UE aumentara su apoyo militar y la ayuda financiera a Ucrania, porque consideraba que había suficiente dinero para ello.
Borrell ha sido uno de los instrumentos favoritos del imperialismo parta obtener todo tipo de ventajas sobre los pueblos, mediante contubernios con los regímenes de turno.
Poco antes de las elecciones que dieron la ventaja a la izquierda en Colombia, fomentó (con la anuencia de varios de sus súbditos del continente) la cumbre de cancilleres de la Celac y la UE, y de paso aprovechó cada oportunidad para destacar “el rechazo de la región a la guerra de Putin”.
“América Latina, con muy contadas excepciones, ha estado del lado correcto de la historia. Ha sido la región del mundo, aparte de Europa, que más claramente ha demostrado su rechazo”, confesó a un par de medios locales. Frunció el ceño, claro está, cuando se le preguntó sobre si esas “excepciones” eran Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia, y más aún, cuando le espetaron sobre la catástrofe económica que reina en Europa, por la cruzada proguerra de la Organización del Tratado Atlántico Norte que él tanto apoya.
MUCHO “DINERITO”
La ley obliga a hacer público el patrimonio de los altos cargos del Estado español cuando entran y cuando salen de la Administración. Era, y es, el más rico del gobierno: 3,4 millones de euros. Lo más sorprendente, según publica el diario La Razón, es que en sus primeros 18 meses de ministro aumentó su patrimonio en 700 000 euros.
Borrell tiene varios inmuebles por valor de 2,3 millones. Son cuatro casas en España y otra en Bruselas, una parcela y un almacén. Según publica Silvia Taulas en Vanitas, entre los inmuebles está “la casa de Valdemorillo, donde vive con su segunda esposa Cristina Narbona (…) Y en La Puebla de Segur también tiene una casa, una propiedad de 515 metros cuadrados con jardín y piscina. (…) y otra casa en la Val de Bo de varios pisos que están interconectados con una escalera”.
Josep Borrell tiene dinero después de una vida dedicada a la política. Hay que añadir unos 500 000 euros al banco, 200 000 en acciones, 200 000 en seguros y planes de pensiones y 230 000 en “otros bienes”.
En par de ocasiones ha tenido entuertos con negocios a nombre de su primera esposa, pero, como es costumbre en la sociedad capitalista con un hombre con tanto dinero, eludió todo tipo de problemas, aplicando argucias que se pueden considerar inmorales, no de una persona que esté decrépita.
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