Davos: ¿por qué y para qué?
22 de enero de 2015
|En medio de los Alpes suizos, en plena temporada invernal, cientos de hombres de negocios, multimillonarios o aspirantes a serlo, algún que otro intelectual con iguales pretensiones y uno que otro mandatario, se dan cita en un encuentro donde se gasta mucho y se resuelve poco o nada.
Davos es un foro de ricos, aseguran muchos especialistas. No es el tipo de evento donde los asistentes se preocupan por los precios.
De acuerdo con BBC Mundo, el solo nombre de Davos inspira visiones de potentados llegando desde todos los rincones del globo en sus aviones privados para discutir con otros potentados los grandes temas de la economía y la política.
Pero este año algunos factores han extremado el costo de asistir al evento que reúne a los “amos del universo”, recuerda el despacho noticioso.
Para que se tenga una idea del por qué y para qué de esta reunión de ricos, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, luego de hacer un ejercicio mediático en medio de un show en Davos, acusando a Rusia de haber invadido territorio de su país, salió hacia Kiev para dirigir personalmente la guerra que lleva contra sus propios ciudadanos en la región de Lugansk.
Los despachos de prensa no refieren si Poroshenko estaba en Davos como presidente de Ucrania o como “rey del chocolate” apelativo por su multimillonaria fortuna.
Los organizadores de la cita reconocen que nunca Davos ha sido pensado como un evento accesible a las masas, por eso no es de extrañar que la tarifa anual para formar parte de su membrecía se ha elevado a 673 000 dólares.
Allí, por supuesto, no faltan los hombres que más dinero acumulan en el planeta como Bill Gates; el asiático Jack Ma Yun entre otros.
Gobernantes europeos como el francés François Hollande y la alemana Angela Merkel, también han acudido a esta reunión, pues imagino que no quieren quedarse atrás en debates donde mucho se hablará y poco se resolverá respecto a la gran crisis que atraviesa el Viejo Continente.
Por todo ello no es de extrañar que se trate de desviar el foco de atención hacia Ucrania, por supuesto con el componente anti ruso incluido y los grandes medios occidentales llevando al mundo la visión satánica que de Moscú se quiere dar.
Según ha trascendido, los poderosos asistentes van a la cita por lo general en busca de la “gran idea”, además de no perderse la oportunidad de formar parte de un show mediático y escuchar a algún personaje del panorama político internacional.
El relacionarse los unos con los otros y escuchar descripciones de un panorama sombrío al que todos dan como única solución la “suya”, también forma parte del Foro de Davos.
De acuerdo con algunos analistas, en los pasillos del evento ha aparecido la incertidumbre respecto a un programa de compra de activos financieros, incluyendo deuda soberana, por parte del Banco Central Europeo.
En esa dirección, el presidente del Banco Suizo UBS, Axel Weber, atacó sin rodeos la política que se dispone a adoptar el Banco Central Europeo para estimular una Eurozona aquejada de un bajo crecimiento y amenazada de caer en la deflación.
Tampoco ha podido ser ignorado lo relacionado con los precios de las materias primas y la baja en un 50% de la cotización del petróleo.
Finalmente, Davos sigue su invierno, y los ricos comienzan a abandonar Suiza tras muchas fotos, brindis, cheques millonarios para pagar las cuentas, pero sin solución alguna para los graves problemas que afronta el mundo de hoy.
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