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Cumbre que nació torcida…

17 de junio de 2024

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Se sabía desde antes de comenzar, que la llamada Cumbre de la Paz para Ucrania, celebrada este fin de semana en Burgenstock, Suiza, tenía un ambicioso nombre, pero sus resultados serían más mediáticos que reales.

Hay una lamentable realidad que debe tenerse en cuenta: esa guerra se ha convertido en un gran negocio para el mercado de las armas en Estados Unidos y también en parte de Europa.

Empecemos por ahí, y tengamos claridad del asunto: la llamada «guerra entre Rusia y Ucrania» dejó de ser eso y se convirtió, a los pocos meses, en una contienda de Estados Unidos y la OTAN contra Moscú.

No puede olvidarse que hubo conversaciones entre rusos y ucranianos, hasta el día en que Washington intervino en el conflicto y se acabó el diálogo.

Los muertos, es verdad, los han puesto Ucrania y Rusia, la destrucción, de igual manera, pero no puede dejar de reconocerse que esa guerra pudo haber terminado hace bastante tiempo. Las condiciones puestas por Rusia son obvias: una Ucrania neutral, sin formar parte de la OTAN, y que el ente belicista no acerque tropas ni medios de guerra a la frontera rusa.

Europa, convertida en reo estadounidense, ha jugado el más lamentable papel: unirse al carro de las sanciones contra Rusia, aunque sean los países y los pueblos del Viejo Continente, los más afectados por dichas sanciones.

A quién se le puede ocurrir convocar a una Cumbre de Paz, donde uno de los contendientes, en este caso Rusia, no participe, o mejor dicho no haya sido invitado.

Eso es más que un absurdo y por ello, el vacío de los supuestos acuerdos recogidos en una declaración final, más que todo anti rusa, que no facilita la realización de nuevas conversaciones entre los dos países involucrados.

De los países que estuvieron presente, doce se negaron a firmar la Declaración Final: entre ellos, Arabia Saudita, Tailandia, la India, México, Sudáfrica, Brasil y los EAU, así como Armenia y Eslovaquia.

De esta forma, terminó este domingo, una Cumbre que «nació torcida» y sin perspectiva alguna de proponer fórmulas reales, para que «su tronco enderece».

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