Cuando un cretino está en el poder
28 de junio de 2021
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Obsesionado con la reelección presidencia, Jair Bolsonaro ha seguido desbarrando contra Luiz Inacio Lula da Silva, quien le duplica las simpatías populares para los comicios del próximo año, y más cuando el ex presidente acaba de ser librado de las falsas acusaciones que le llevaron a la reclusión y le impidieron ser electo al cargo, para favorecer al hoy muy espurio mandatario.
Quizás utilizar la palabra cretino no es muy correcto, porque hay personas con mala salud que la lleva a padecer esta enfermedad, pero en el caso de Jair ello le cae como la frase de que de casta le viene al galgo por especializarse en hacer todo lo contrario a lo normal, como poner en peligro a toda una nación ante su desidia en atender la peligrosa pandemia del nuevo coronavirus, que ya ha infectado a cerca de 19 millones de brasileños y ocasionado la muerte a más de medio millón en el país suramericano.
Nada absurdo, cuando contemplamos una amplia foto aparecida en el diario peruano La República que muestra al mandatario en los momentos en que le pide a una niña que se quite la mascarilla durante un acto público.
Bolsonaro, durante toda la pandemia, ha negado siempre la gravedad del nuevo coronavirus, y su gesto generó una ola de críticas en las redes sociales y puso de manifiesto su falta de consideración con las medidas sanitarias impuestas para detener la pandemia.
Actualidad RT describió así el hecho: “El presidente de Brasil, Jair Bollonado, animó a una niña de 10 años a que se quitara el tapaboca durante un acto oficial el jueves 24 en el municipio de Cucurucu, en el estado de Río Grande del Norte, y cuando la pequeña le hizo caso, levantó un pulgar hacia arriba en un gesto de aprobación”.
Asimismo, durante la misma jornada, Bolsonaro le bajó la mascarilla a un niño pequeño al saludar a sus partidarios.
La utilización de barbijos es obligatoria en Río Grande del Norte desde mayo del año pasado como medida preventiva ante contagios de coronavirus. El decreto estatal, no obstante, no establece ninguna multa.
Tres días antes se había irritado con un grupo de periodistas y hasta los insultó después de que le preguntaran sobre los más de 500 000 fallecidos que el coronavirus ya deja en el país suramericano y el uso de barbijos.
Consultado además sobre su costumbre de no usar la mascarilla, que en ese momento tenía puesta, el jefe de Estado se la quitó para preguntarle a una reportera del grupo Globo: “¿Estás feliz ahora?”.
Ya sin el tapaboca, y subiendo el tono, afirmó que “Globo es una porquería de prensa” y con unos periodistas “canallas” que “no ayudan en nada, destruyen a la familia brasileña y destruyen a la religión”.
SI AHORA FUERAN LAS ELECCIONES…
Lula dobla en intención de voto a Bolsonaro para las elecciones del 2022 en Brasil, reportó la agencia española, EFE, mientras la francesa AFP destacó que la popularidad del ex mandatario se ha incrementado en detrimento de la del actual presidente, cuyo índice de reprobación de su gobierno pasó de 30% en febrero a 50% en junio.
El expresidente Lula lidera las encuestas de intención de voto con una ventaja del 49%, 26 puntos porcentuales sobre Jair, que sería su principal contrincante.
De acuerdo con la encuesta del instituto Iped, el líder ultraderechista, cuya popularidad continúa en picada, apenas cuenta con el 23% de los apoyos de los brasileños para una eventual disputa electoral con Lula, quien no ha anunciado aún si aspirara al cargo.
El sondeo también incluyó como eventuales aspirantes al ex candidato progresista Ciro Gomes, que se ubica en tercer lugar con un 7% de la intención de voto, técnicamente empatado con el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria (5%).
Le sigue el ex ministro de Salud Luis Henrique Mandata con el 3 % de las intenciones, mientras que los votos blancos y nulos suman 10% y los electores que no saben o no responden, 3%.
La popularidad de Bolsonaro pasa por su peor momento desde el inicio de su mandato, el 1 de enero del 2019, y el índice de reprobación de su Gobierno saltó desde el 39% en febrero hasta el 50% en junio, de acuerdo a un sondeo divulgado la víspera por el Iped.
La intención de voto de Lula (2003-2010), quien todavía no ha oficializado su candidatura, pero no oculta su deseo de volver al poder, se ha fortalecido desde que recuperó sus derechos políticos en marzo último, después de que un juez anulara las condenas de prisión que pesaban en su contra.
El ex mandatario brasileño se quedó sin derechos políticos en el 2018, tras ser condenado injustamente en segunda instancia por corrupción, lo que le impidió ser candidato en las elecciones de ese año, lo cual favoreció la elección de Bolsonaro.
Sin embargo, la decisión del Supremo en este 2021 de anular las condenas que le habían sido impuestas, lo habilitaron de nuevo políticamente, por lo que podrá disputar las elecciones del próximo año.
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