Cuando el acoso despierta la furia
29 de marzo de 2019
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Los demostrados ataques cibernéticos realizados por Estados Unidos contra el sistema eléctrico de Venezuela y otras acciones terroristas contra importantes instalaciones eléctricas han despertado más la furia de muchos venezolanos contra los agresores, incluso de algunos no sindicados como revolucionarios, al constatar que el enemigo acosador sólo pretende destruir por destruir.
Pienso que este momento grave para la Revolcón Bolivariana será revertido a favor de quienes luchan por una real emancipación, no importa los factores adversos, independientemente de la ayuda prometida para rechazar la que se afirma inminente agresión militar de Estados Unidos.
Por lo pronto, el accionar revolucionario ha puesto fuera de combate en días recientes a más de 200 elementos que realizaban acciones terroristas contra el patrimonio nacional, en un afán de ahondar la crisis económica que vive el país producto de la guerra en ese sentido declarada por Washington, con la complicidad de la oligarquía nacional y medios de información devenidos en libelos venenosos.
No es aventurado decir que Estados Unidos fue el causante de este y otros ataques cibernéticos contra Venezuela, porque se ha comprobado que ellos partieron de por lo menos dos puntos del territorio norteamericano, uno de ellos Houston, y más cuando existe el antecedente de que la Agencia Central de Inteligencia tuvo que ver con sabotajes similares contra Irán, Iraq, El Líbano y uno de grandes proporciones contra los yacimientos de gas en Siberia, que contribuyó a la desaparición de la Unión Soviética.
Los ataques a los sistemas de generación de energía eléctrica en Venezuela no son nuevos, pues desde hace más de cinco años el país enfrenta acciones de sabotaje que intentan quebrantar el bienestar de la población.
De acuerdo con el portal Misión Verdad, el cuerpo militar de la Aviación de Estados Unidos publicó a principios del 2018 un informe sobre las posibles consecuencias en caso de ser víctimas de un ataque electromagnético.
Al profundiza sobre la interrupción súbita, concluye que puede interrumpir por un largo período de tiempo el sistema o red eléctrica de cualquier Estado.
Esto se logra debido a la interconectividad de los sistemas e infraestructuras computarizadas, que no se aleja de lo ocurrido ahora en el venezolano Guri, que sufrió un ataque cibernético al control automatizado de regulación Ardas, una especie de cerebro electrónico computarizado que regula las 20 máquinas del sistema hidroeléctrico, explicó el vicepresidente sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez.
El referido documento además señala entre los posibles resultados del ataque de Estados Unidos a otro país víctima, una revuelta social en “horas”, consecuencias tecnológicas en numerosos equipos y circuitos de computadoras, fallas en la energía eléctrica durante “largo tiempo”, además de señalar que serían requeridos al menos 18 meses en sustituir los elementos clave de la red o sistema lastimado.
Esta escalada golpista evidencia lo desvinculado que está la extrema derecha, de la agenda de diálogo y paz que ha propuesto el presidente venezolano, Nicolás Maduro, por lo que creó una comisión para la investigación de los ataques, que encabeza la vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez.
De ahí que, como apuntara el colega Cubadebate, “hay mucho en juego para no estudiar al detalle esta experiencia y adoptar las medidas necesarias para impedir ataques cibernéticos de esta naturaleza o de otro tipo que sirvan de pretexto para una escalada desde Estados Unidos contra Venezuela.”
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