Criminales “humanitarios”
13 de septiembre de 2018
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En espera del ya demorado asalto final al reducto terrorista en la provincia siria de Idlib, se ha conocido aspectos nada difundidos por los medios controlados por el imperialismo, que son la mayoría.
Holanda ha reconocido que ha avituallado con todo tipo de equipamiento militar, incluidas armas químicas, a los grupos terroristas, que en número de más de 30 000 controlan el 60% de la provincia, donde los mercenarios Cascos Blancos se disponen a montar un falso ataque químico para culpar a Siria, como ocurrió en abril pasado.
Antes de que se conociera la implicación holandesa, Rusia había denunciado que los terroristas pueden producir armas químicas con apoyo logístico y técnico, otorgado desde el extranjero.
Así, se propicia una agresión misilística de Estados Unidos y sus dos más cercanos cómplices en la agresión, Francia y Gran Bretaña, a objetivos militares y civiles, que, por complacencia a Trump, puede alcanzar a la capital, Damasco.
El Presidente estadounidense ha invocado a Naciones Unidas para que comprenda cualquier acción norteamericana en el terreno, invocando hipócritamente la defensa de las civiles en Idlib, que en realidad se mantienen como escudos humanos de las tropas occidentales que allí se introducen y los grupos terroristas, con la complacencia y el dejar hacer de autoridades provinciales y locales de oposición a Bashar al Assad.
Al mismo tiempo, se conoció, y no fue desmentido por Washington, que el Departamento de Defensa (Pentágono) está entrenando a centenares de terroristas en 19 campamentos militares en Siria, donde está construyendo el número 20 en el extremo septentrional de la provincia noroccidental de Idlib.
Los halcones estadounidenses afirman que están apoyando a los que llaman rebeldes moderados, que ahora se agrupan bajo el seudónimo de “activistas sirios”. Activos son, sin duda, especialmente, en el ámbito de internet y la propaganda. Pero como fuerza de combate son insignificantes.
Y es que los grupos que realmente tienen el poder en el enclave son extremistas radicales, que comparten la misma ideología venenosa que el Estado Islámico y Al Qaeda.
Los llamados islamistas moderados son una invención. No son más que un disfraz destinado a ocultar el hecho de que la CIA respalda a los terroristas en Siria, como un medio cínico para saldar cuentas con Al Assad. Desafortunadamente para ellos, el Presidente constitucional, con el respaldo de Rusia e Irán, es quien está ajustando cuentas con los terroristas.
Es así que se presenta lo que debería ser la batalla que dejaría a Siria libre de terroristas, pero que está en suspenso, debido a las amenazas de Estados Unidos de que el conflicto se expanda de manera irracional.
Trump, que se dice preocupado por razones humanitarias con los habitantes de Idlib, deja que se prepare un ataque químico para justificar una mayor agresión y avituallar con armamentos de grueso calibre a los terroristas, confiando principalmente en la experiencia del grupo Jabhat Fateh al-Sham, conocido como el Frente al-Nusra hasta que rompió sus lazos formales con Al-Qaeda en julio pasado, Así se ha rebautizado en más de una ocasión. Pero estos cambios no han alterado su naturaleza reaccionaria y criminal.
Como el imperialismo, no importa cuánto dice que cambia, siempre es lo mismo.
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